Me encantaba salir en primavera
tras los pasos que dejan los recuerdos,
y buscaba las sombras del camino
y la orilla, tranquila, de los huertos.
Muchas veces los campos atendían
el fervor de mis pasos y mis rezos,
y me daban de premio los colores
para el cuadro surgido en unos versos.
Otras veces llegaba al campo santo,
el lugar y descanso de los muertos,
donde crecen, sin pausa, los cipreses,
entre notas sublimes del silencio.
También pienso en los pasos de los hombres,
peregrinos, sin rumbo, de otros tiempos,
y los veo, sin nombre, en los caminos,
por senderos que llegan desde lejos.
Ahora pienso que el tiempo se ha parado,
detenido, quizás, sin un lamento,
y el reloj, que nos resta los segundos,
ha quedado sin fuerzas y durmiendo.
Porque llega, otra vez, la primavera,
y también a las almas esos besos,
los abrazos de luz y de ternura
que nos dejan las nubes y los cielos.
Hoy he vuelto a salir, en esta tarde,
y otra vez, como antaño, me estremezco;
yo sé bien que está aquí la poesía
y hasta siento el siseo de su vuelo.
Y me abraza y me dice "que adelante",
que abandone las dudas y los miedos,
que la vida está llena de esperanza
y unos labios me esperan con su premio.
"...Me encantaba salir en primavera
porque amaba, en la vida, su halo eterno,
y ahora sigo saliendo, todavía,
a sentir el perfume de tu cuerpo.."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/17
Sentir la delicadeza de una aroma que nos evoca un tiempo!
ResponderEliminarMi abrazo de luz ☆
Cierto, Athenea.
EliminarUn abrazo de luz.
La Primavera siempre regresa con ellos con los recuerdo de antaño y en los dulces tropiezos por el camino tu sigues derramando versos para dejar bellas huellas, hermoso! un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Bea.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Primavera, nuestra musa inspiradora, nuestra compañera de caminos tibios, nuestra amiga llena de flores para darnos en las manos y reflexiones profundas para el alma.
ResponderEliminarHermoso amigo, buen domingo!!!
Sí, querida Paty, así es. La primavera es la mejor "musa", para el poeta.
EliminarUn abrazo en la tarde con mi amistad.
Rafael, tu poema es una invitación a vivir con intensidad cada estación, en este caso la primavera que comienza a florecer y nos va rozando el alma con su ilusión y su belleza...Es necesario renovarse y volver a sentir la vida, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz domingo.
Debemos renovarnos cada día, María Jesús, como bien señalas.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Y es que la primavera lleva implícita la promesa de un renacer entre cenizas.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Coincido con tu comentario Verónica.
EliminarUn abrazo.
Hermoso canto a la vida y al amor.
ResponderEliminarY preciosa ilustración con esa dama vestida de primavera.
Besos.
Gracias por fijarte también en la imagen, Carmen.
EliminarBesos.
A ver a quién no le gusta salir en primavera, aunque la de este año nos haya saludado con nieve y rayos y centellas.
ResponderEliminarPero el perfume de tu cuerpo.
Ay, ese perfume de tu piel embriagador que me trastorna y adormece.
Buenos días primaverales, Rafa.
Buenos días primaverales, Tecla. Hoy está mejor y hasta las mariposas extendían sus alas mientras paseaba a su lado, como invitándome a subir y a soñar a su lado. ¿Te imaginas algo así...?
EliminarUn abrazo en la tarde.
La primavera nos arrastra,envuelve y nos arrolla,como venga....Es despertar de nuevo.
ResponderEliminarOtro abrazo en la tarde como dices.
Es cierto, así es la primavera, América.
EliminarUn abrazo en la noche.
La primavera es incitante, traviesa y a la vez, un lecho estupendo para dejar volar la imaginación.
ResponderEliminar:)
Otro abrazo.
Cierto Marinel, así es.
EliminarUn abrazo.
Siempre hermosa la poesía en cualquier estación y pluma ...abrazos
ResponderEliminarSí, Marina, es como bien dices.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Hoy andanza tu poema en mi memoria y en mi retina
ResponderEliminarQue lindo escribes Rafael
un abrazo :-)
Me alegro de que te guste María.
EliminarUn abrazo.