Era un libro perdido y olvidado,
una pieza olvidada en un museo,
eran letras de un viaje comenzado
renovando las lavas del deseo.
Pero el viaje no estaba consumado
y extendía, en la noche, su paseo,
intentando tenerlo terminado
y acabar, de esa forma, su escarceo.
Hoy el libro perdido está presente
y palpita en el día y la mañana,
aportando alegría al inocente.
Porque deja la lava tan cercana,
en la letra que surge intermitente,
que al final su pasión es nota humana.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/17
una pieza olvidada en un museo,
eran letras de un viaje comenzado
renovando las lavas del deseo.
Pero el viaje no estaba consumado
y extendía, en la noche, su paseo,
intentando tenerlo terminado
y acabar, de esa forma, su escarceo.
Hoy el libro perdido está presente
y palpita en el día y la mañana,
aportando alegría al inocente.
Porque deja la lava tan cercana,
en la letra que surge intermitente,
que al final su pasión es nota humana.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/17
Muchas gracias por tu comentario ...también yo te deseo felices días de fiesta y celebro tus letras en poesías.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias por tus palabras Marina.
EliminarUn abrazo.
Un libro por muy olvidado que esté siempre que se haya leído se recordará en la mente.
ResponderEliminarTu poema está presente, aunque ya se haya consumado en la pluma de tu escritura, y mañana seguirá estando presente, porque tus letras siempre dejan huella.
Un verdadero placer leerte, amigo Rafael, te admiro, esa es la verdad.
Besos en la tarde.
Gracias por tus palabras María.
EliminarBesos en la noche.
Menos mal que se ha recuperado ese libro olvidado y las gotas de lluvia volverán a brillar en las azaleas para el bien de la Vida.
ResponderEliminarBuen fin de semana, Rafael.
Gracias por esa perfecta definición de estos versos Tecla.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Entonces ahora es el libro encontrado...
ResponderEliminarBesos y buen puente.
Cierto Carmen.
EliminarBesos y feliz finde.
Un libro que aún está en proceso y que quizás nunca termine, el libro de la vida y de los versos que ella nos regala. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarEs que ese libro de la vida va con nosotros, como bien dices, Paty.
EliminarUn abrazo.
Somos como libros y a veces nos perdemos en nuestras propias páginas...sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Marinel.
EliminarUn abrazo.
Terminó la invernación del olvido, qué gusto que finalmente llegará a su destino.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Gracias Beatriz.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
me gusta cuando callas y estás siempre distante y tus pocas palabras me llenan de goce
ResponderEliminar¿Benedetti...?
EliminarUn abrazo y gracias Recomenzar.
Brindo por esos libros que a pesar de los años siguen vivos en nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
Yo también elevo mi copa por ellos, Laura.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
La vida en si misma es a veces como ese libro perdido, pero lo bueno es que siempre
ResponderEliminar(o casi siempre), se vuelve a recuperar.
Gracias por tan limdo soneto.
Besos
Gracias por tus palabras Julia.
EliminarBesos.
Un libro perdido es un libro olvidado, que nunca nos dejemos un libro en soledad.
ResponderEliminarAbrazo
Procuremos que así sea, María del Rosario.
EliminarUn abrazo.