Hoy me encuentro divagando en el silencio
de una tarde que se muestra torticera,
es por eso que no alcanzo la escalera
y sin ella no distingo ni conciencio.
La escalera, de verdad, que reverencio,
es la misma que me dijo que corriera,
que avistara tus pisadas y dijera,
a tus ojos, el amor que reverencio.
Pero puede que cegara la tontuna
a un humilde corazón desamparado
y le diese por buscar solo a la luna.
Cuando vuelves, sin querer, a ese pasado
te das cuenta que has perdido la fortuna
y el valor de compartir lo que has soñado.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/06/17
Divagar... tantas veces yo también divago, y qué mejor que volar sin necesidad de alas entre sueños y pensamientos.
ResponderEliminarMuy bellos tus versos.
Besos en la noche.
Gracias María, y es verdad, todos divagamos con frecuencia.
EliminarBesos en la noche también para ti.
Siempre es bueno compartir lo que se sueña, Rafael.
ResponderEliminarGran soneto.
Cierto Tecla.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
GRACIAS POR TU VISITA
ResponderEliminarHermoso soneto a la vida y al amor.
un abrazo
Gracias Marina.
EliminarUn abrazo.
Bonito Soneto entre divagaciones
ResponderEliminarGracias Edith.
EliminarUn saludo.
Dicen que lo mejor es mirar hacia adelante, creo que lo mejor es mirar el hoy, con los sueños empujando el corazón, y sin arrepentimientos, porque todo en la vida es riqueza desde el prisma del aprendizaje. Un abrazo querido amigo. Es un profundo poema!!!
ResponderEliminarEl presente siempre es importante, como bien dices, Paty.
EliminarUn abrazo y gracias.