La cara inexpresiva
tenía una mirada,
los ojos, por supuesto,
buscaban y vagaban.
Buscaban la sonrisa,
la voz de quien le habla,
bien sea en un susurro
o a penas con palabras.
Vagaban los ojitos
perdidos en la nada,
en nieblas y horizontes
con brumas y fantasmas.
Extraña fantasía
de imagen derrotada,
un hombre con alzheimer
llevando aún su alma.
El alma de un poeta
que así se desangraba,
latiendo en la galerna
que rompe el mar en calma.
La vida es un misterio
plagada de resacas,
que llegan con las olas
y el agua que las baña.
No sé por qué motivos
se pierden las batallas,
ni sé por qué los hombres
enferman y se cansan.
Algunos ya no piensan,
ni tienen esperanzas,
para ellos, esta vida,
es algo sin sustancia.
"...Mi cara es expresiva,
las lágrimas amargas,
y rezo por los seres
que vuelven a la infancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/06/17
Es un poema melancólico pero siento el dulzor de tus versos . Gracias por acercarnos el sentimiento y la belleza poética . Saludos
ResponderEliminarGracias a ti, Edith, por acercarte a mis versos.
EliminarUn saludo en la tarde.
Hola Rafael: Es hermoso dedicar unos versos a las personas que sufren alguna dolencia, quiza con estas dulces palabras les llegue un alivio a su pobre alma. Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias sinceras Mercedes.
EliminarUn abrazo.
Pura sensibilidad.
ResponderEliminarEres grande.
Abrazos.
Gracias por tus palabras Verónica.
EliminarUn abrazo.
us versos llenos de sentimiento dejan ver la tristeza de tantas personas que tienen en la familia esos seres que vuelven a la infancia…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Gracias por tus palabras Sneyder.
EliminarUn abrazo.