Pasé junto a tu lado, en un instante,
volviste en un segundo la cabeza,
vi un halo de ilusión, quizás tristeza,
saliendo con rubor de tu semblante.
Fue un dulce resplandor, tan deslumbrante,
que el mismo me privó de tu belleza,
la nota de ternura y de pureza
quedó, de esa manera, vacilante.
Me fui sin preguntarte qué pasaba,
y así me consumía en la tortura
tratando de indagar qué te faltaba.
Pensaba, sin pensar, en mi locura,
y el loco corazón, que a ti te amaba,
perdía, sin querer, la compostura.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/17
Un corazón loco de amor es una isla repleta rn la que la ausencia la llena la luz de su presencia.
ResponderEliminarUn abraz☆ de luz a tu luz
Gracias por tus palabras y por ese abrazo de luz, Athenea.
EliminarUn abrazo y feliz jueves.
Y es que, a veces, el corazón, pierde la razón volviéndose loco por amor.
ResponderEliminarUn placer leerte, amigo Rafael.
Besos en la noche.
Cierto María, así sucede muchas veces.
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras.
El amor nos deja esa sensación de locura que desearíamos repetir. Para enamorar tus letras Rafael.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tus palabras María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Por favor que bello gracias !!! por encontrarte esta noche hermoso Soneto amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo.
Un soneto endecasílabo con una lírica hermosa, con lo que me gustan, felicidades poeta
ResponderEliminarGracias Edith.
EliminarUn saludo y feliz día.