Era un viernes, de invierno, como tantos,
y amanecía el mar junto a la playa,
las olas murmuraban dulcemente
para quitar la sal de sus pestañas.
Habían madrugado las gaviotas
y buscaban comida entre las algas,
ese manjar sublime y deseado
que sus picos tomaban y tragaban.
El faro contemplaba silencioso
la luz del horizonte, con el alba,
el sol que sustituye su trabajo
haciendo más extensa la atalaya.
Cabizbajo y mirando hacia lo lejos,
indolente al rumor de la resaca,
paseaba sin rumbo definido
un gorrión desprendido de la rama.
¿Qué misterio ofrecía su figura
y por qué por la arena caminaba,
un gorrión que tenía tierra adentro
un lugar, con su nido y con su casa?
No hay respuesta real a esta pregunta
ni pretende el poeta reflejarla,
hoy se quedan, tal vez, en el tintero
las esquirlas de tinta muy calladas.
Me pregunto mil cosas, cada día,
y, a la vez, cuando empieza la mañana,
por ejemplo, si hay vida en los silencios,
y también si hay respuestas en la nada.
Pero veo que ruge la tormenta;
las preguntas me ahogan la garganta,
y no tengo respuestas a las mismas
ni tampoco yo sé dónde encontrarlas.
"...Era un viernes, de invierno, como tantos,
cuando vi que los cielos, me enviaban,
unos versos de paz a mis preguntas
y el salitre y caricias de las aguas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/02/18
Unos versos muy lindos aún cuando no encontremos las palabras ni las respuestas a mil preguntas. Un abrazo
ResponderEliminarSí, Neuriwoman, tienes razón.
EliminarUn abrazo.
Las respuestas son patrimonio de los poetas, nos tendrás que alumbrar con tus versos.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por tus palabras Pitt.
EliminarUn saludo.
No hay vida en los silencios, pero sí la hay en tu bella poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu comentario Rafael.
EliminarUn abrazo.
Vivimos llenos de preguntas sin respuesta, a algunas les inventamos hipótesis y a otras, creo que es mejor emocionarse con el misterio que encierran.
ResponderEliminarQue tengas un gran día amigo, besos.
Sí, Paty, es como dices.
EliminarUn abrazo y feliz martes también para ti.
Muy buen poema, fantástico.
ResponderEliminarMil gracias por todos los amables comentarios que me has dejado en mi blog. Un saludo, encantada de leer tus versos.
Gracias por tu visita y comentario Hortensia. Fue un placer visitar tu Blog y pasear por tus letras.
EliminarUn saludo y feliz día.
Sabes embellecer la melancolía... es precioso, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos para tu tarde.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.
La mañana, el silencio y el mar, es buen motivo para detenernos y preguntarnos osas. Buen poema Rafael.
ResponderEliminarmariarosa
Así es María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Bellas letras.....bello sentir poeta......en el silencio hay poesía....saludos
ResponderEliminarSin duda que el silencio dice muchas cosas, Sandra.
EliminarUn saludo.
La tristeza y la melancolía están llenas de preguntas sin respuestas que eso no quita la belleza del momento y de tus palabras.
ResponderEliminarBesos.
Lunna.
Gracias por verlas así, Lunna.
EliminarBesos.
Nuevamente mi gran uuuffff para ti vivencias desatadas que nuestros versos desnudan hermoso un abrazo amigo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
Con unos versos de paz llega la tranquilidad, pero las preguntas seguirán rondando en tus versos.
ResponderEliminarAbrazo
Seguro que sí, María del Rosario.
EliminarUn abrazo.