Una tarde de lluvia,
en un día cualquiera,
el invierno se acaba
y la nieve está cerca,
los sentidos se enfrían
y las manos se quejan,
pero el soplo divino
no congela las letras,
y es entonces que ocurre
y así surge el poema,
entre versos mascados
y recuerdos con huellas,
plenitud de palabras,
mariposas que vuelan,
multitud de emociones
que desbordan las venas.
Una tarde de lluvia
recordé la inocencia
de aquel tiempo pasado
y perdido a la fuerza,
porque corre la vida
y pasamos por ella
y perdemos la infancia
aunque a todos nos cuesta,
desprendernos de sueños
y también de quimeras,
donde todo es posible
en las mentes que piensan,
y en los niños, sin duda,
las jornadas son fiestas,
los instantes segundos
de dar vueltas y vueltas.
"...Una tarde de lluvia
nos salimos afuera,
a la calle y al mundo,
a escuchar sus respuestas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/18
La lluvia es como una banda sonora que nos hace rememorar y sonreír. Bellísimo documento amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la noche.
Gracias por tus palabras Auroratris.
EliminarUn abrazo.
La lluvia nos trae bonitas remembranzas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, Rafael.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafael:
ResponderEliminarSí, las tardes de lluvia no tienen porque ser precisamente tristes; a veces, también vienen acompañadas de vida, caricias y alegrías, momentos propicios para la inspiración, aunque éste llegue desde las sombras vivas del recuerdo
Gracias por tu comentario. Un abrazo. Juan
Precioso como siempre Rafael, y certero. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Yashira.
EliminarUn abrazo.
Mas bien las letras se mojan para empapar los dulces recuerdos de amor cuando se llueve precioso amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por acercarte a estas letras mojadas Bea.
EliminarUn abrazo.
Así es como se hacen los buenos poemas.
ResponderEliminarAbrazo, Poeta.
Gracias Verónica.
EliminarUn abrazo.
Bello, gracias, pones versos a mis pensamientos, gracias.
ResponderEliminarMe alegro de que así sea, Maricel.
EliminarUn saludo.
La lluvia nos regala tantas cosas, tantas emociones, todo depende en qué esté nuestra vida o de cuánta tristeza o esperanza esté cargada el alma. Ella nos acompaña, siempre.
ResponderEliminarLa lluvia produce emociones contradictorias, muchas veces, Paty.
EliminarUn abrazo.