Esperaba que el silencio
se fundiera con las sombras,
y los gritos retenidos
no llegaran con las olas,
y es así que las resacas,
tan profundas y tan roncas,
se quedaban en suspiros
que llegaban a las costas,
no sé bien si las heridas,
con la sangre delatora,
se cerraban limpiamente
y quedaban luminosas,
era un tiempo consentido
de promesas muy sonoras,
y de frases adecuadas
a la voz de muchas bocas...
Esperaba que llegaras,
primavera con tus rosas,
y también con los claveles
y geranios de la alfombra,
es el mundo insuperable
que hasta alegra lo que roza
ya que tiene en sus colores
una magia que enamora,
un perfume sugerente,
la visión de las alondras,
y aquel roce de la brisa
con el puerto y las gaviotas,
ya que al fondo está la playa
y allí mueren muchas formas,
se desbocan los deseos
por la ausencia de la ropa...
"...Esperaba tus caricias
una tarde muy preciosa,
y quedé, con mi silencio
viendo el paso de las horas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/18
Muy emotivo, amigo Rafael... En esa espera se van tantas cosas.
ResponderEliminarEncantador poema.
Mil besitos para tu tarde.
Cierto Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde que acaba.
Lindo poema donde la primavera todo altera , y esa espera que no llega ..
ResponderEliminarUna feliz noche .
Gracias por ver esa primavera, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Un poema muy sentido, de espera y de apreciación de la vida en esa espera.
ResponderEliminarMe gustó mucho el final que da para pensar...
Un beso al alma Rafael.
Gracias por tus palabras Paula.
EliminarUn beso en la noche.
Primavera, que todo lo viene alterando
ResponderEliminarMi beso, Rafael
Así es la primavera Ame.
EliminarUn beso.
Precioso canto ala llegada de la primavera al alma del mar y de uno mismo. Bello canto, preciosos.
ResponderEliminarUn beso y feliz martes
Gracias por tus palabras, Albada Dos.
EliminarUn beso y feliz martes también para ti.
Tantas esperas...
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
¡Qué te voy a decir que no sepas, Verónica...!
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Hay esperas en las que las horas se hacen humo pasajero llevándose historias que no vuelven, no llegan...
ResponderEliminarBello y sentido, mi querido Rafael…
Un abrazo enorme, y muy feliz tarde.
Cierto lo que dices Ginebra.
EliminarUn abrazo y feliz tarde también para ti.
Sabes algo ? sinceramente mientras te leía te imaginaba llevándome flores jajajaja tú tienes de eso caballeros de esos que ya no existen jajajaja maravilloso , me encantó !! un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea, me hiciste sonreír, pero sería un placer llevarte flores, de veras.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Por favor!! el placer sería mio jejejeje gracias!
EliminarDe nada Bea.
EliminarUn abrazo.
Esperar que otros modifiquen nuestra realidad, en vez de nosotros mismos hacer esos cambios y modificar nuestra vida a la vez de enriquecer nuestro espíritu. Así es como debiéramos actuar, pero el miedo vuelve a tomar una forma distinta, aunque ahí está presente y nos inmoviliza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Paty, tienes razón en tu comentario.
EliminarUn abrazo en la tarde.