Suspira un poquito, las olas ya llegan,
tendrás que decirles, la eterna verdad,
que no eres marino, tampoco labriego
y solo tú quieres un poco de pan,
mas no las migajas que escapan de mesas
ni aquellas mezcladas con risas y sal,
tú buscas la fuente, precisa y variada
y el agua sublime que llega del mar,
por eso las olas pronuncian tu nombre
y quieren que vayas al muelle tal cual,
verás a los barcos, también los marinos,
verás las gaviotas que quieren volar,
y tú, como el niño, serás un cometa,
que vive y que juega con gran ansiedad,
darás unos pasos, sin prisa y sin norte
viviendo tu vida, queriendo soñar.
Suspira un poquito, mi buen Rocinante,
cruzamos la Mancha, la venta está atrás,
me apura la fiebre que asola mi alma,
estoy muy cansado, me siento muy mal,
quizás necesite pararme un momento,
contar las estrellas y ver su disfraz,
veré como anuncian las luces lejanas
señales diversas al joven rosal,
aquel que se afana mostrando las rosas,
las flores tan lindas que invitan a amar,
por eso me digo que apures el paso,
las sombras avanzan y no hay claridad,
ya se oyen las voces, se ven las resacas,
la playa preserva su gran castidad,
las olas fustigan sus rizos dorados
y luego se duermen callándose el mar...
"...Suspira un poquito lector impaciente,
termino el poema llegando al final,
no soy don Quijote, tampoco lo intento,
soy solo un poeta que intenta soñar..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/18
Precioso homenaje a un personaje que a veces sobrepasa a su autor.
ResponderEliminarMuy alegre y cantarín. Un abrazo
Nos dejas la sabiduría y profundidad del hidalgo manchego...Es bueno pararse de vez en cuando para sopesar lo vivido y valorar el camino...La mente y el corazón graban en la memoria esos momentos especiales, que nos hacen crecer.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, Rafael.
Agradezco tu comentario, María Jesús.
EliminarUn abrazo y gracias.
Un poeta que sueña poemas hermosos.
ResponderEliminarHe disfrutado con este poema.
Feliz noche.
Un abrazo Rafael.
Me alegro entonces, Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Y sí, hay que suspirar...
ResponderEliminarUn bello romancete lleno de musicalidad.
Te dejo mi suspiro por si acaso te sirve, como lectora, pero no impaciente.
Besos al alma.
Gracias Paula, y sí, tomo ese suspiro que me dejas.
EliminarUn abrazo en la noche.
Me gustó un montón , nos has traído a Don Alonso y a Rocinante desde el mar hasta la Mancha y eso es un mérito muy bueno que decir está noche los molinos tal vez sean gigantes ..
ResponderEliminarUn abrazo Rafael .
Me alegro si ha llegado a "buen puerto", Campirela. Don Alonso se lo merece.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Me ha encantado eso de “suspira un poquito”,es precioso.
ResponderEliminarA seguir escribiendo poeta!
Besos.
Gracias por tus palabras, Carmen.
EliminarBesos.
Un poeta no agota su fuente porque cuando siente que algo escasea, la vuelve a llenar, basta con mirar el cielo o el mar y sentir el corazón que late en el pecho. Que tengas un gran día amigo.
ResponderEliminarSí, Paty, esa es la "facilidad" del poeta ante los demás.
EliminarUn abrazo y feliz día también para ti.
Un gran poeta, sin duda, amigo Rafael.
ResponderEliminarMagnífico sentir.
Mil besitos para tu tarde.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Es increíble esa soltura y esa extensión imaginativa que tienes Rafael?
ResponderEliminarSacas de tu mente toda una fuente de creatividad y de inspiración para luego agruparla en versos de arte y métrica diferentes, mezcla de realidad y de ensueño.
Un abrazo Juan.
Un poco de suerte y otro de entrenamiento diario Juan, entre todo salen estos versos.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.