Me habló tu puerta al pasar
y me dijo que no estabas,
que marchabas por el mundo
a disfrutar la jornada,
y yo, con pena, seguí,
con la mochila en la espalda,
sudoroso y muy cansado,
caminando hacia la nada,
y mis brillantes pupilas
desgranaron unas lágrimas,
unas gotas del rocío
y de lluvia con legañas,
y no las quise quitar,
las dejé que me bajaran,
que besaran mis mejillas
temblorosas y muy pálidas...
Me habló una rosa al pasar
y me pidió que esperara,
que no marchara sin ella
porque la brisa se apaga,
y yo, sin prisa, tomé
a la rosa que así hablaba
y me clavé con su espino
sin darme cuenta de nada,
la sangre brotó con fuerza
por la vena desgarrada
y yo no pude seguir
pues la visión se borraba,
entonces besé los pétalos
de la rosa tan sagrada
y la dejé que se fuera
con la brisa hasta tu cara...
"...Me habló la luna en el cielo,
me preguntó qué pasaba,
y yo la dije que un niño
recuperaba su infancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/18
La puerta cerrada del ayer, esperaba tu visita. La rosa sabía de llegarías, y con su espina te recordó que tiempo, para ella también pasa.
ResponderEliminarLa luna sabia sabía que no está desierta la casa. Que la niña del pasado, volvería, de alguna forma, a tu lado. Un abrazo
¡Ay esa luna sabia, Albada Dos...!
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Que hermoso recuperar la infancia, que sin dejar esa puerta abierta es imposible.
ResponderEliminarNuestra niñez queriendo o sin querer siempre vuelve.
Feliz sábado
Abrazo
Cierto Carmen, siempre quiere volver.
EliminarUn abrazo.
Me encanto hoy el poema , en el vi reflejos de amor , juventud , adolescencia y como esa niñez ..me gusta la forma de enlazar todas en ellas .
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo .
Gracias Campirela, me alegro de que te gusten estos versos.
EliminarUn abrazo.
Es bonito dejarse llevar por el paisaje que has creado en tu poema. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, Manuela.
EliminarUn saludo.
¡Qué bonitas esas conversaciones, y qué bonito recuperar la infancia! Es algo que nunca se debería perder. Un besazo, Rafael.
ResponderEliminarGracias por verlas Rebeca.
EliminarUn abrazo.
A veces la naturaleza nos habla, nos apacigua, nos calma, Rafael...Qué bella esta historia, que nos remite a la infancia.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amigo.
Gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Quisiste volver y recuperar con ansia esa rosa de tu infancia, pero comprendiste que ya no era la misma de antaño a pesar de tus sueños y anhelos.
ResponderEliminarUn buen romance Rafael, reflexivo y de ensueño.
Cierto Juan, suele pasar con frecuencia.
EliminarUn abrazo y gracias.
Todo tan fresco en la memoria, todo en el corazón que siente la rosa de la juventud, precioso Rafal.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarUn abrazo.