miércoles, 20 de febrero de 2019

SE HA MARCHADO LA TARDE...



Se ha marchado la tarde
y ha llegado la noche,
las gaviotas pasaron
y también los gorriones,
ahora surge el silencio,
el rumor de las torres,
y la bruma ya cubre 
a la plaza y al roble,
y se quedan sombrías
las aceras sin nombre,
los caminos y campos,
las colinas y montes,
porque esperan que llegue
poco a poco, y que asome,
esa luna de plata
con su manto y su broche...

Yo contemplo el suceso,
esta marcha salobre,
que me deja en los labios
un sabor uniforme,
y es que el tiempo se pasa
y atrás deja las voces,
de recuerdos dorados
y los ecos sin orden,
volverán otros tiempos,
surgirán mil razones
de sacar del olvido
a las rosas mejores,
aunque siempre, es posible,
que una espina nos corte
y hasta brote la sangre
y la duda se forme...

"...Se ha marchado la tarde
con su paso tan torpe
y la noche ha llegado
con su abrigo y capote..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/19

14 comentarios:

  1. Y los ecos sin orden...
    Bonito poema, rafael. Besos

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  2. bello poema en honor a una tarde más que se marcha, y con ese hermoso óleo de Van Gogh.
    Un abrazo

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  3. Con la luz de una luna mágica, las rosas se engalanan de miel y fantasía. Si hay alguna espina, es porque ellas saben de la vida

    Un abrazo y por una tarde de rosas

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    1. Gracias por tu comentario Albada Dos.
      Un abrazo por esa tarde de rosas.

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  4. Abracemos la noche como si fuera nuestro tesoro más bello y en él descubramos lo que nos acontece ..seguro que será algo maravilloso.
    Un abrazo y feliz velada.

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  5. Qué blanca la luna luna...
    Y si te pincha la rosa es que no tiene otra forma de amar
    Besucos

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  6. En el ocaso regresa el recuerdo y se hace poesía.
    Esas espinas son inevitables, forman parte de este viaje.
    Precioso poema.

    Abrazo, Rafael.

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    1. Seguro que es como dices, Verónica.
      Un abrazo en la tarde.

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  7. Los atardeceres están llenos de bellas y tristes nostalgias, pero son horas muy bellas, a mí me encanta.
    Abrazo amigo querido.

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    1. Cierto Paty, creo que los atardeceres nos gustan a todos.
      Un abrazo.

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