Sonaba el agua
bajando por el río
y sus meandros.
Tú la escuchabas,
querida mariposa,
mientras volabas.
Y te posaste,
despacio sobre un lirio,
a descansar.
Pero una nube,
traviesa, por el cielo,
borró tu luz.
Y el bello sol,
quedó sin regalarnos
tanta alegría.
¡El agua gris,
el lirio solitario,
la mariposa...!
Y me quedé,
sumido en el silencio,
con mis recuerdos.
Hasta que el cielo,
de pronto, en un suspiro,
me acarició.
Sigue adelante,
me dijo en un susurro,
si acaso sueña...
Rafael Sánchez Ortega ©
04/06/19
Bonito detalle del cielo contigo.
ResponderEliminarTierno poema.
Besos.
Gracias Amapola.
EliminarBesos.
Amigo con el calor que tenemos aquí en el centro no veas como se agradece leer este poema es como que me he refrescado ..sentía ese correr del agua por el río ..Aparte lo has vuelto hace poesía un cuento precioso ..
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde.
Gracias por tus palabras Campirela, y aquí hace un tiempo nublado y hasta llueve un poquito.
EliminarUn abrazo en la tarde.
de pronto, en un suspiro, tus letras acarician.
ResponderEliminarBesos
Gracias Laura.
EliminarBesos.
Siempre adelante, aunque a veces un jirón del corazón quedé en el camino.
ResponderEliminarmariarosa
Cuerto María Rosa.
EliminarUn abrazo y gracias.
Un poema muy bucólico, me ha encantado
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Julia.
EliminarUn abrazo.
Reflexión ante esa mariposa, que se posaba en el lirio, mientras el sonido del río ponía la melodía
ResponderEliminarMuy bonito, Rafael. Un abrazo
Instantes, que nos llenan el alma de fortaleza y ánimo, Rafael. Todo pasa, pero el cielo siempre está ahí para impulsarnos.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Mi abrazo y mi ánimo.
Gracias sinceras María Jesús.
EliminarUn abrazo.