Veo las horas que pasan
y no lo puedo evitar,
ya que yo marcho con ellas
para buscar la verdad,
esa que oculta el silencio
con su silueta y su haz
y donde cantan las hadas
en la pradera ideal,
dicen antiguos romances
que nada dejes detrás,
ni sentimientos ni amores
ni las resacas del mar,
porque la vida se toma
como la miel del panal,
poquito a poco, sin prisas,
y con un trozo de pan...
Veo las horas y sueño
con acercarme al altar,
para entregarte una rosa
que, al fin, tomé del rosal,
quiero ponerla en tu pelo,
para ofrecerte, fugaz,
una caricia sincera
que te deseo entregar,
así seremos más niños
y marcharemos tal cual,
a recorrer los senderos
de ese crisol de la edad,
con primaveras vibrantes
y algún verano especial,
esos otoños de luces
y los inviernos de paz...
"...Veo tus ojos preciosos
y yo los quiero besar,
quiero que sientan mis labios
y tú me ofrezcas su sal..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/19
Suave balanceo al ritmo de tus letras...
ResponderEliminarBesos.
Gracias Julieta.
EliminarBesos.
Precioso poema donde se junta el romanticismo y la amistad , y sobre todo las ganas de vivir y volar ..hacía la niñez o tal vez la vejez pero seguro la alegría es el hilo de unión ..Me gusto mucho .Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Qué ofrendas más bonitas, amigo Rafael. El romanticismo me embriaga al leerte.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo y feliz comienzo de semana.
Pasan las horas y no ves el momento de decir si quiero, para poder besarla.
ResponderEliminarMe encantó Rafael. Abrazos de domingo noche.
Gracias Ani.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Muy romántico Rafael, me gustó especialmente el final.
ResponderEliminarBesos grandes y buen comienzo de semana.
Gracias Paula.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
La tarde, con la nostalgia de unos ayeres, con la melancolía de un reflejo en le espejo que uno ve que se aleja.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.