Amarte, amor,
y hacerlo sin palabras,
es algo hermoso.
Y son los ojos
que vibran y se funden
en las pupilas.
Dicen "te amo",
y gritan mil palabras
desde el silencio.
Igual los labios,
se aman en su búsqueda
del labio amado.
Y sin palabras,
también en el abrazo,
surge el amor.
Amor que grita,
por venas y latidos
del corazón.
Y es que el amor
es maga, que renace,
cuando nos vemos.
Cuando sentimos
las almas, que se funden,
son una sola.
Pero el amor
es dar sin pedir nada
a quien se ama.
"¿Quieres mi amor?",
gritaba en su locura
aquel poeta...
Rafael Sánchez Ortega ©
19/06/25
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