miércoles, 19 de junio de 2013
DE SAN VICENTE, MI VILLA...
De San Vicente, mi Villa,
nacen y surgen poemas
sobre hospitales sombríos
y en el rumor de sus piedras.
Porque la historia tozuda
graba renglones y letras,
donde se narran sucesos
de peregrinos y lepras.
Dicen que fue San Vicente
un roquedal con mil cuestas,
que hasta la Iglesia subían
por empinadas callejas.
Dicen que tuvo Hospitales
cuyas paredes sombrean,
bajo el rigor y nostalgia
el verde manto y la yedra.
Hay peregrinos que narran
vicisitudes diversas,
de que en sus muros pasaron
una infeliz cuarentena.
Hay una historia con sombras
y otra que el tiempo nos lega,
todas nos dicen lo mismo
sobre esta noble tarea.
Pero es la historia sin nombre
la que se oculta en leyendas,
la que susurra en silencio
mientras se borran sus huellas.
Yo no reparo en escudos
ni en las paredes esbeltas,
porque tras estas murallas
sigue la sal y la esencia.
Sigue la historia latente
esa que vibra en las venas,
y nos dejaron sin libros
en el fulgor de la estrella.
De San Vicente se estudian
cosas bonitas y amenas,
pero su historia revive
mientras la sueñe un poeta.
Rafael Sánchez Ortega ©
Entre Sierrallana y San Vicente, 18/06/13
nacen y surgen poemas
sobre hospitales sombríos
y en el rumor de sus piedras.
Porque la historia tozuda
graba renglones y letras,
donde se narran sucesos
de peregrinos y lepras.
Dicen que fue San Vicente
un roquedal con mil cuestas,
que hasta la Iglesia subían
por empinadas callejas.
Dicen que tuvo Hospitales
cuyas paredes sombrean,
bajo el rigor y nostalgia
el verde manto y la yedra.
Hay peregrinos que narran
vicisitudes diversas,
de que en sus muros pasaron
una infeliz cuarentena.
Hay una historia con sombras
y otra que el tiempo nos lega,
todas nos dicen lo mismo
sobre esta noble tarea.
Pero es la historia sin nombre
la que se oculta en leyendas,
la que susurra en silencio
mientras se borran sus huellas.
Yo no reparo en escudos
ni en las paredes esbeltas,
porque tras estas murallas
sigue la sal y la esencia.
Sigue la historia latente
esa que vibra en las venas,
y nos dejaron sin libros
en el fulgor de la estrella.
De San Vicente se estudian
cosas bonitas y amenas,
pero su historia revive
mientras la sueñe un poeta.
Rafael Sánchez Ortega ©
Entre Sierrallana y San Vicente, 18/06/13
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cada lugar tiene su magia sin duda
ResponderEliminary nos produce identidad
abrazos
Es innegable que todos los lugares tienen su propio encanto y diría que hasta su magia Elisa.
EliminarUn abrazo en la noche.
Hace años estuve en tu tierra y en san Vicente,un sitio mágico.
ResponderEliminarHe repetido dos veces más..un poema perfecto el que dedicas a tu tierra,Rafael.
Besos.
Espero guardes gratos recuerdos de esta tierra llena de colorido y paz.
EliminarBesos en la noche.
Qué bonito es tu pueblo, no lo conocía, pero me ha dejado asombrado,
ResponderEliminarcon razón tienes el alma poeta -y tu duendecillo que corretea por ahí-
Un fuerte abrazo.
Gracias Paco, pero ese "duendecillo" tal vez todos los poetas lo llevamos dentro, como en tu caso.
EliminarUn abrazo en la noche.
Un bello canto a tu tierra, a tu preciosa villa de San Vicente.
ResponderEliminarLas piedras guardan secretos e historias que esperan a que algún cantor las saque de nuevo a la luz, como has hecho tú hoy.
Un abrazo.
Es cierto lo que dices Jerónimo y esas piedras, como la de tantos y tantos sitios que todos conocemos, guardan esas leyendas e historias que nunca dejaremos perder.
EliminarUn abrazo.
Hola, Rafael:
ResponderEliminarNunca se borrarán las historias, mientras haya un poeta como tú, que las escriba y las recuerde.
Un abrazo.
Gracias Rafael, seguiremos intentando que así sea.
EliminarUn abrazo.
Que linda estampa me gustaría conocer tu tierra y cn tu s letras que te salen del alma siempre con melodías tus rimas siempre frsscas y dulces.... que alegría me dio verte , te cuento que el otro blog lo tuve que cerrar uuuff mucha tristeza y hice este nuevo ahora super bienvenid a mi nuevo rincón del mar, de verdad gracias !!!, un abrazo fuerte desde tenerife
ResponderEliminarMe extrañaba no saber de ti Beatriz y ha sido un alegría volver a encontrar tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo desde Cantabria.
Se ve que llevas en el alma a San Vicente. Que maravilla y que belleza!
ResponderEliminarMe gustaría conocerlo y de paso conocerte a ti jaja
Un abrazo
Pues si alguna vez vienes será un placer enseñarte sus bellos rincones Natalia.
EliminarUn abrazo.
San Vicente es un lugar precioso que cuenta, además, con la suerte de tener un poeta como tú...
ResponderEliminarBesos :)
Gracias Misterio, y sí, es un lugar precioso que merece la pena visitar.
EliminarBesos en la tarde :)
Pues precioso como siempre tu romance Rafael, además hoy va de nostalgia y de contenido histórico.
ResponderEliminarMuchas veces bajo a San Vicente,solo por pasear un rato por el parque y comer en cualquiera de los restaurantes que hay en su puerto.¡¡merece la pena verlo con marea alta!! Sin ella también.
Y es cierto que las cosas reviven cuando son nombradas por los poetas. Aunque aquellos muros cuántas cosas vieron y callaron.
Feliz noche. un abrazo.
.
Es cierto lo que dices Juan. San Vicente es uno de los muchos rincones de Cantabria lleno de historia. Lo que pasa es que tiene una formación peculiar en esa península rodeada del mar y las playas y marismas. Si a todo eso unimos la parte alta, con el Castillo, la Iglesia, las Murallas, entonces el paseo se convierte en algo más bonito todavía.
EliminarMe alegro de que conozcas esta Villa y que te encuentres a gusto en la misma.
Un abrazo en la noche.