Dejé mis manos cerca de tu cuerpo
soñando con extrañas fantasías,
pinceles que esperaban una orden
de un alma palpitando con la vida.
Suspiros retenidos en los dedos,
arpegios como notas bien distintas,
susurros recorriendo, sin palabras,
los valles de tus senos y colinas.
Y entonces comencé con gran cuidado
la danza por tu piel con mil caricias,
retratos que arrancaban los gemidos
e imágenes pacientes y furtivas.
Estábamos en medio de la noche
cubiertos por la bruma y la neblina,
tu cuerpo entre mis manos solamente
cual lienzo inmaculado del artista.
Recuerdo que pedías, extasiada,
un beso, con fervor, en tus mejillas,
el labio que saciara tus deseos
cubiertos por el polvo y por la brisa.
Recuerdo que mis dedos te rozaron
y alzaron un poquito tu barbilla,
mis labios se acercaron a tu cuerpo
besando tu preciosa margarita.
Recuerdo aquel instante, lo confieso,
y el mismo se ha quedado en la retina,
grabado como un sueño y sin pecado
unido a tu figura tan sencilla.
Estabas desnudada, ante mis ojos,
cubierta con candor y una sonrisa,
un halo que emanaba de tu cuerpo
y un faro que legaban tus pupilas.
Y entonces se rompieron los cristales,
los sueños de la eterna algarabía,
mis dedos se encontraron en invierno
sin magia y sin figura tan precisa.
Quedaron los recuerdos destrozados,
ocultas las pasiones encendidas,
en medio de galernas y tormentas
y el alma atormentada por la prisa.
Lloraron las farolas de los parques
mojando a los laureles y glicinas,
mis ojos se secaron cruelmente
ahogados con dolor junto a la orilla.
Sabía que aquel sueño imaginario
se había terminado y no existía,
sabía de tu marcha, para siempre,
muy lejos de mis manos ya dormidas.
"...Dejé mis manos cerca de tu cuerpo
soñando con poder hacerte mía,
un cuadro imaginario, sin pinceles,
de un alma, en su inocencia, renacida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/13
soñando con extrañas fantasías,
pinceles que esperaban una orden
de un alma palpitando con la vida.
Suspiros retenidos en los dedos,
arpegios como notas bien distintas,
susurros recorriendo, sin palabras,
los valles de tus senos y colinas.
Y entonces comencé con gran cuidado
la danza por tu piel con mil caricias,
retratos que arrancaban los gemidos
e imágenes pacientes y furtivas.
Estábamos en medio de la noche
cubiertos por la bruma y la neblina,
tu cuerpo entre mis manos solamente
cual lienzo inmaculado del artista.
Recuerdo que pedías, extasiada,
un beso, con fervor, en tus mejillas,
el labio que saciara tus deseos
cubiertos por el polvo y por la brisa.
Recuerdo que mis dedos te rozaron
y alzaron un poquito tu barbilla,
mis labios se acercaron a tu cuerpo
besando tu preciosa margarita.
Recuerdo aquel instante, lo confieso,
y el mismo se ha quedado en la retina,
grabado como un sueño y sin pecado
unido a tu figura tan sencilla.
Estabas desnudada, ante mis ojos,
cubierta con candor y una sonrisa,
un halo que emanaba de tu cuerpo
y un faro que legaban tus pupilas.
Y entonces se rompieron los cristales,
los sueños de la eterna algarabía,
mis dedos se encontraron en invierno
sin magia y sin figura tan precisa.
Quedaron los recuerdos destrozados,
ocultas las pasiones encendidas,
en medio de galernas y tormentas
y el alma atormentada por la prisa.
Lloraron las farolas de los parques
mojando a los laureles y glicinas,
mis ojos se secaron cruelmente
ahogados con dolor junto a la orilla.
Sabía que aquel sueño imaginario
se había terminado y no existía,
sabía de tu marcha, para siempre,
muy lejos de mis manos ya dormidas.
"...Dejé mis manos cerca de tu cuerpo
soñando con poder hacerte mía,
un cuadro imaginario, sin pinceles,
de un alma, en su inocencia, renacida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/13
bellísimas lágrimas de luz, abrazos.
ResponderEliminarGracias Amapola, un abrazo.
EliminarTu cuadro imaginario sin pinceles, me dejo muchas emociones.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que así sea Natalia.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Perfecta coreografía de sentimientos, amor y sexo perfectamente conjugados derramados en tus versos.Besicos.
ResponderEliminarGracias por verlo así Ana.
Eliminar"Besicos" en la noche.
Melodía intensa en tu sentir…avidez de besos y caricias…danza…suspiros…pinceles que aprisionaron el fuego de una pasión ausente, deseada y amada. Derroche de emociones que contagian. Muy bella inspiración la de tu Musa.
ResponderEliminarBesos y feliz semana.
NOTA: Te invito a contemplar la luna en:
http://vanitasvanitatum-ceciely.blogspot.com
Gracias por ver de esa manera mis versos Ceciely.
EliminarUn abrazo en la noche.
Una emoción exultante y una emoción dolorida, cuanto conjugas en éste poema, cuanto conjugas en toda tu travesía.
ResponderEliminarLa tristeza me embargó de repente, mientras q el sueño, soñaba q existía.
Te sonrío con el Alma.
Interesante reflexión en tu comentario DesdMiVentana.
EliminarUn abrazo en la noche.
Una historia intensamente vivida y recordada,que el poeta nos regala con su acostumbrada inspiración y generosidad...Un placer leerte,Rafael.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo madrileño.
M.Jesús
Me alegra que disfrutaras con este poema M.Jesús
EliminarUn abrazo desde Cantabria.