Un ángel bajó del cielo
por el soplo de una estrella,
para quedarse a mi lado
contemplando a la ribera.
Era un ángel pequeñito
que portaba una melena,
toda entera tan dorada
con ribetes de luciérnaga.
Dos ojitos vivarachos
muy azules, como perlas,
se prendían en su frente
como lazos de azucenas.
Me seguía sin descanso
paso a paso, tras mis huellas,
como sombra inseparable
de resacas y mareas.
Era un ángel sonriente
que ofrecía mil leyendas,
con sus alas invisibles
y sus ropas tan ligeras.
Una seda blanquecina
le cubría como prenda,
y en los pies unas sandalias
le cubrían en las sendas.
Yo vivía con el ángel
una nueva primavera,
entre luces y colores
y entre flores que despiertan.
Más sabía que algún día
subiría en escaleras
y se iría hacia los cielos
aquel ángel y el poeta.
Y no pude remediarlo
y se abrieron las compuertas,
en un llanto sin palabras,
sin preguntas ni respuestas.
Porque el ángel con su mano
me trazó la línea recta,
con el rumbo de mi nave
por los mares y la tierra.
Y partí por mil destinos
sorteando las galernas,
con el ángel cual grumete
y aliviando mis carenas.
De esta forma tan sencilla
escribí muchos poemas,
con su mano entre mis manos
y su viento por mi velas.
"...Un ángel bajó del cielo
desprendido y por sorpresa,
y ahora siento que se marcha
y entre lágrimas me deja..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/13
por el soplo de una estrella,
para quedarse a mi lado
contemplando a la ribera.
Era un ángel pequeñito
que portaba una melena,
toda entera tan dorada
con ribetes de luciérnaga.
Dos ojitos vivarachos
muy azules, como perlas,
se prendían en su frente
como lazos de azucenas.
Me seguía sin descanso
paso a paso, tras mis huellas,
como sombra inseparable
de resacas y mareas.
Era un ángel sonriente
que ofrecía mil leyendas,
con sus alas invisibles
y sus ropas tan ligeras.
Una seda blanquecina
le cubría como prenda,
y en los pies unas sandalias
le cubrían en las sendas.
Yo vivía con el ángel
una nueva primavera,
entre luces y colores
y entre flores que despiertan.
Más sabía que algún día
subiría en escaleras
y se iría hacia los cielos
aquel ángel y el poeta.
Y no pude remediarlo
y se abrieron las compuertas,
en un llanto sin palabras,
sin preguntas ni respuestas.
Porque el ángel con su mano
me trazó la línea recta,
con el rumbo de mi nave
por los mares y la tierra.
Y partí por mil destinos
sorteando las galernas,
con el ángel cual grumete
y aliviando mis carenas.
De esta forma tan sencilla
escribí muchos poemas,
con su mano entre mis manos
y su viento por mi velas.
"...Un ángel bajó del cielo
desprendido y por sorpresa,
y ahora siento que se marcha
y entre lágrimas me deja..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/13
Pues tuviste mucha suerte, no todo el mundo puede decir que ha conocido a un ángel. Quedarse con lo bueno es lo que toca, porque es mucho mejor querer y después perder, que nunca haber querido, lo dice una canción y estoy segura de que es así.
ResponderEliminarBesicos.
Es posible que así sea Ana.
EliminarUn abrazo en la noche y "besicos".
Bello tu texto de letras que llenaron mi cerebro
ResponderEliminarGracias MuCha, me alegro de que así sea.
EliminarUn abrazo.
Bello.
ResponderEliminarSiempre hay un àngel que guìa el rumbo de nuestras naves.No importa cuànto dure su estadìa.Importa el tiempo que estuvo a nustro lado.
Un abrazo.
Es algo que escuchamos de niños y sigue permaneciendo en el recuerdo Carmela.
EliminarUn abrazo.
Pues no creo que te abandone para siempre. Acaso no lo veas a diario, pero vendrá a visitarte a menudo. Como dice Ana, suerte tuviste de hallarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Es posible que muchos días las legañas de mis ojos no le vean TriniReina, pero seguro que anda cerca, como bien dices.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Seguro que no te ha dejado. Besos.
ResponderEliminarSus alas son estas poesías que escribes. Un abrazo.
Al menos yo trato de que así sea Amapola.
EliminarBesos también para ti.
Todos tenemos un ángel a
ResponderEliminarnuestro lado,todos.Lástima que muchos no lo puedan ver,RAFAEL.
Bello poema,sin duda.
Millones de besos.
Esperemos que sigan a nuestro lado siempre Morgana.
EliminarUn beso y feliz día.
Me recordaste a tu tocayo Rafael Alberti Sobre Los Angeles... uno de mis poemas favoritos. Hoy te saludo desde la mañana.
ResponderEliminarUn abrazo
La diferencia es muy grande Natalia, pero gracias de todas formas.
EliminarUn abrazo en la tarde.
¡Esas alas derrotadas...!
ResponderEliminarEs curioso lo de las alas Aurora, pero nunca leí sobre el vuelo de un ángel.
EliminarUn abrazo "miguiña"
somos y tenemos ángeles en este tránsito existencial
ResponderEliminarabrazos y feliz jornada Rafael
Cierto Elisa y no debemos dudarlo.
EliminarUn abrazo y feliz día.
De pequeño nos dicen que hay un angel que siempre nos acompaña aunque no lo veamos estan ahi,tu has tenido yo no diria suerte sino sensibilidad para verlo algo que no todos tenemos al igual que la tienes para que broten las palabras en tus versos.Hermoso el poema Rafael,besines y feliz semana amigo
ResponderEliminarGracias Shantal, pero estoy seguro de que todos también hemos visto, de una ú otra manera a ese ángel que nos dijeron de pequeños.
EliminarUn abrazo en la tarde también para ti.
Es bella y tierna, pero el final... es triste.
ResponderEliminarUn beso.
Quizás como la vida misma Misterio, porque el final de cada vida acaba, sin querer, en una escena triste.
EliminarUn beso también para ti.
Rafael,me alegro por ese ángel inspirador,que supo mantener tu mano en el timón de tus letras con temple,claridad y sentimiento...Ese ángel sigue aún cerca de ti,amigo...Y es de bien nacidos ser agradecidos...tú dejas constancia de ello en tu poema...
ResponderEliminarMi gratitud por esta belleza y mi abrazo siempre.
M.Jesús
Gracias por seguir siempre mis escritos y por tus comentarios tan generosos M.Jesús.
EliminarUn abrazo en la noche querida amiga.