Hay mucho más oculto y esperando
la mano temblorosa que le tiendas,
es algo que estremece los sentidos
y brilla como brillan las estrellas.
Es un latido y luz, parpadeante,
una utopía llena de quimeras,
un arcoíris lleno de esperanza
rompiendo por la noche las tinieblas.
Por eso, peregrino y caminante,
no dudes de la senda que te espera,
la sombra del futuro es alargada
y puedes, con esfuerzo, ver la meta.
Seguro que sonríes al pasado
y pasan por tu mente las escenas,
aquellas que enfrentándote, en batallas,
pudiste, con fortuna, ser gacela.
Corriste por los bosques y sembrados
dejando filigranas y piruetas,
así como suspiros de la vida
en bellas sinfonías y carreras.
No creas lo que dicen las palabras
del hombre que carece de respuesta,
si acaso la del pobre y el mendigo
que pide su migaja ante tu puerta.
Su mano sí se extiende a la esperanza,
en busca de la tuya que le tiendas,
por eso sé sensible y generoso
y atiende al que te pide como sea.
Un día entenderás las vibraciones
del alma singular en que se alberga,
el hombre soñador, en que tú vives,
y el niño que quisiera ser poeta.
"...Hay mucho más oculto y esperando
y puede que el ausente no lo sepa,
por eso mira bien lo que ahora tienes
y lucha por seguir en la pelea..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/16
la mano temblorosa que le tiendas,
es algo que estremece los sentidos
y brilla como brillan las estrellas.
Es un latido y luz, parpadeante,
una utopía llena de quimeras,
un arcoíris lleno de esperanza
rompiendo por la noche las tinieblas.
Por eso, peregrino y caminante,
no dudes de la senda que te espera,
la sombra del futuro es alargada
y puedes, con esfuerzo, ver la meta.
Seguro que sonríes al pasado
y pasan por tu mente las escenas,
aquellas que enfrentándote, en batallas,
pudiste, con fortuna, ser gacela.
Corriste por los bosques y sembrados
dejando filigranas y piruetas,
así como suspiros de la vida
en bellas sinfonías y carreras.
No creas lo que dicen las palabras
del hombre que carece de respuesta,
si acaso la del pobre y el mendigo
que pide su migaja ante tu puerta.
Su mano sí se extiende a la esperanza,
en busca de la tuya que le tiendas,
por eso sé sensible y generoso
y atiende al que te pide como sea.
Un día entenderás las vibraciones
del alma singular en que se alberga,
el hombre soñador, en que tú vives,
y el niño que quisiera ser poeta.
"...Hay mucho más oculto y esperando
y puede que el ausente no lo sepa,
por eso mira bien lo que ahora tienes
y lucha por seguir en la pelea..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/16
Yo digo para adelante,ya veremos...
ResponderEliminarBesos.
Un poema para pensar.
Pues si Carmen, mejor así.
EliminarBesos.
Hola Rafael no recuerdo si al final entré a dejarte comentario ...por si acaso te digo que preciosos versos como tu sabes regalarnos ...un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario Marina y no veo más que este pendiente.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Pues sí, ahí andamos, intentando seguir en la pelea, esquivando los zurdazos y buscando sacar el puño bien alto. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro de que así sea Xan Do Río.
EliminarUn abrazo.
me encanta ese verso cuando dices extiende la mano en busca de la tuya , que bnito significa mucho precioso poema amiguito seguimos caminando, muy linda la foto , un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea. Seguimos caminando.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Seguir y continuar...
ResponderEliminarY leyendo tus versos que ayudan, Rafael. La belleza siempre simplifica el camino.
Mil besitos.
Gracias pòr ver todo esto en mis versos Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Nos invitas a reflexionar en el camino, Rafael...La vida nos da tantas cosas, que a veces no valoramos y sin embargo, seguimos adelante...Es hora de dar, de devolver todo lo que se nos regala...No olvidemos que todo lo que damos vuelve...Tu lo haces de maravilla con tus versos, amigo.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Gracias por tus palabras sinceras, María Jesús.
EliminarUn abrazo en la tarde.