sábado, 5 de mayo de 2018

CANTABAN LAS AVES...



Cantaban las aves,
muy cerca, en el río,
y arriba, en  los cielos,
se oían suspiros,
temblaban las aguas
vibraban los lirios,
allí, junto al bosque
de tono amarillo,
un ciervo pastaba
con gesto tranquilo
y el elfo del cuento
quería su sitio,
estar en el cuadro
que indica el camino,
la senda y la vida
en pleno latido.

La luna de plata
buscaba a los niños,
cansados del día,
durmiendo tranquilos,
sus ojos cerrados
ocultan el brillo,
la sed de la infancia,
el tiempo tan limpio,
por eso la luna
los quiere consigo,
ni cerca ni lejos,
con plenos sentidos,
contándoles nanas
de viejos escritos,
con hadas y magos
colgando en los hilos...

"...Se pasa la tarde
se pierde el instinto,
ya llegan las sombras,
no piden permiso..."

Rafael Sánchez Ortega ©
02/05/18

12 comentarios:

  1. Tras la luz siempre le sigue la oscuridad y viceversa... Precioso poema, esa parte de la luna y los niños es como una nana.

    Mil besitos en la tarde, amigo Rafael.

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    1. Gracias por verlo así, Auroratris.
      Un abrazo en la tarde que termina.

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  2. Una linda composición para leer y releer en voz alta para escuchar su musicalidad.
    Me gustó especialmente el final, y por otro lado me encantan las figuras de elfos y hadas en la poesía porque me transporta a otros lugares.
    Un beso grande Rafael

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    1. Me alegro de que te gusten esas figuras de elfos y hadas, ya que está latente en la sensibilidad poética.
      Un abrazo y feliz noche.

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  3. Que bello poema amigo, yo crecí cerca de un rio, se llamaba Najasa, todos los fines de semana corría por sus orillas a caballo, y también me bañaba con caballo y todo, fueron tiempos bellos y soñaba con todo eso que describes en tus lindas letras, abrazos lejanos.

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    1. Pues fuiste muy afortunada, Maricel, y seguro que guardas muy bellos recuerdos que irás depositando en tus versos.
      Un abrazo.

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  4. Me gustan las nanas como los cuentos.Me traen recuerdos y aún leo los que colecciono.
    La verdad es que el poema es una sinfonía de belleza,con hadas ,con nanas,con lunas de plata ,los niños...
    Inmenso,Rafa
    Besucos

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  5. No, las sombras no piden permiso, pero no han de molestar en un mundo onírico como el que has creado en este poema.

    Abrazo, Rafael.

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  6. Precioso poema que en su canto a la vida natural, permite que los niños sean cachorros libres

    Me parece muy tierno y limpio. Lo encontré precioso y saltarín, alegre y festivo. Un saludo

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    1. Gracias por ver así estos versos Alborada Dos.
      Un saludo.

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