martes, 3 de julio de 2018

IRÉ A BUSCARTE...



Iré a buscarte, madre,
a ese jardín inmenso de los cielos.

Te vestirás de fiesta,
con las mejores prendas,
para salir conmigo de paseo.

Te llevaré a la barra
para que veas la entrada de los barcos
y recordar que, en ella, 
vivimos momentos de emoción
y de ternura.

A ti te tocó primero esperando a mi padre,
a que llegara de la mar su embarcación,
tras la galerna.
Yo, años más tarde, 
embobado en la emoción de aquella historia
y mirando el ancho mar y su horizonte.

Para los dos la barra es un reclamo
y por eso iremos a ella.
Dejaremos que el nordeste nos abrace
y acaricie sin descanso,
llenaremos los pulmones del yodo y el salitre
mientras contemplamos a las olas,
deslizarse juguetonas en la orilla de la playa,
y hasta gastaremos bromas
retornando a esos años, ya lejanos,
en que recogíamos las migajas 
que dejaban las mareas.

Sí, madre, iré a buscarte. 
Te sacaré del lecho donde duermes
y vendrás conmigo en el paseo.
Te contaré mis sueños, mis deseos.
Te hablaré de los días del colegio,
de cuando iba al comedor,
de cuando volvía de clase y te escuchaba quejarte,
(aunque nunca te lo dije), 
y le suplicaba a Dios que tu dolor se hiciera mío.

Y te hablaré de mi padre.
De que apenas le conocí hasta casi su partida.
De lo mucho que noté su falta
y de cuánto he deseado estar con él,
hablando, paseando, oyendo su voz...
Porque le vi tan lejano y ausente, al principio,
que no supe darme cuenta de la realidad,
y por eso, cuando partió, sufrí,
y no entendí muchas cosas,
ni tampoco te las pregunté nunca.
Por eso quisiera que me hablaras de él,
que me dijeras qué pensaba de la vida,
qué sentía de las gentes y qué soñaba 
y si su sonrisa, la que yo conocí,
estaba siempre en su corazón,
como la recuerdo.

Pero no te cansaré, madre, no es mi propósito.
Quiero que sonrías conmigo.
Que tu risa se funda con la mía
recordando todo esto.
Que vivamos la poesía que mi padre
nos dejó con su recuerdo
y que veamos, en lo que nos rodea, 
la magia infinita que tienen este lugar
y estas gentes.

Y por último, quiero que gocemos de este paseo,
que nos emborrachemos de él,
para volver, con la ropa arrugada
y la cara despierta, 
a descansar
en los brazos de la luna y las estrellas.

Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/18

18 comentarios:

  1. Sí todo eso sera posible. Dios así lo a de querer por nosotros, hermosa composición para tu Madre.
    Abrazo

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    1. Gracias por tus palabras, María del Rosario.
      Un abrazo.

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  2. Rafael te dejé un comentario pero no sé te llegó porque blogger funciona mal, te decía que era un poema muy emotivo por lo que significa ese ser que es la madre y que además también existe otra madre que es la madre tierra que contiene todos esos recuerdos vividos en ella.
    Me gusta cuando te soltás y escribís en verso libre, los romances son muy bonitos realmente pero el verso libre te hace lucir mucho. Espero este comentario sí llegue.
    Con mucho cariño al alma, Pau.

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    1. Pues sí, Pau, ha llegado este comentario y así lo publico. Estoy de acuerdo con lo que dices y te agradezco tus palabras.
      Me gusta escribire en "verso libre", pero últimamente no me encuentro muy inspirado y por eso recurro al romance, con no buena fortuna.
      Un abrazo y feliz noche querida amiga.

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  3. Que hermoso poema Rafael, cuando sentimiento y tristeza encuentro en sus versos. Un abrazo.

    mariarosa

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  4. jope que belleza me en canta cuando dices "Que vivamos la poesía que mi padre nos dejó con su recuerdo, precioso trabajo un abrazo desde mi brillo del mar

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    1. Gracias por fijarte en esas palabras, Bea.
      Un abrazo desde el cantábrico.

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  5. Hermoso poema, coincido con Paula, el romance te queda muy bien, el verso libre te luce mucho, un abrazo ¡

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    1. Gracias Maricel. Intentaré escribir algo más en "verso libre", pero sigo sin estar inspirado.
      Un abrazo.

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  6. Lindo poema, a la madre que nos espera, para cogerla de la mano, como cuando niños, y recorrer con la mirada los lugares que en esta vida llegamos a pisar.

    Ellas, tal vez los padres también, nos esperan en el universo de las almas, para seguir cobijando nuestros sueños, vigilando nuestro descanso y con los brazos siempre abiertos. Un abrazo, maestro

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    1. Coincido con tus palabras, Albada Dos.
      Un abrazo y gracias.

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  7. Qué decir, Rafael...
    Precioso y conmovedor poema.

    Abrazos.

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  8. Me has emocionado, amigo Rafael. El tema del adiós eterno es difícil de llevar y aceptar.
    Preciosa misiva en prosa.

    Mil besitos de miércoles.

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    1. Gracias por tus palabras, Auroratris.
      Un abrazo en la noche.

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  9. Me tocaste el alma, mis ojos se han humedecido y es que también extrañe muchas cosas de mi padre y esa bella es también un poco la madre mía , unque en otras circunstancias.
    Gracias Rafael por esta lágrimas que no se tristeza sino de empatía .

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    1. Gracias a ti, Edith, por acercarte a mis letras y en especial a este escrito.
      Un abrazo.

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