lunes, 2 de septiembre de 2019

FUE LA TORMENTA...



Fue la tormenta,
llegó sin previo aviso,
con grandes truenos.

Y se quedó
durmiendo con nosotros
por muchas horas.

Tuve que aislarme,
perderme entre sus brazos,
y soportarla.

Luego llovió,
cesando la tormenta,
mojando el suelo.

Sudor de tierra
quedaba en el ambiente
con fuerte olor.

Es el otoño
que dice que se marcha
que ya se acaba.

Pasó la noche,
volviendo la tormenta
a despertar.

Rayos lejanos,
sonidos de batallas
tan infantiles.

Y alguien, cercano,
rezando por que acabe
esta tormenta.

Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/19

18 comentarios:

  1. Tras la tormenta, llega la calma.
    Abrazos de lunes Rafael.

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  2. Hay que soportar las tormentas para poder ver cómo clarea después.

    Muy bueno👏🏼

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  3. Esas tormentas que soportamos y vamos venciendo por días y por momentos.

    Gran poema, amigo Rafael.

    Mil besitos en la tarde.

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  4. Las tormentas con sus truenos y rayos son el reflejo de la vida mismo ..después de todo vuelve la calma ...Un abrazo y una feliz noche.

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  5. Me encantan las tormentas. Y tu poema.
    Besos.

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  6. Esas tormentas en buena compañía son siempre más llevaderas. Un buen poema Rafael; sabe a recuerdo, tierra mojada y a algo más. Gracias también por tu comentario, hoy a la vuelta he abierto de nuevo mi blog. Un abrazo.

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  7. Ese alguien cercano, rogando porque acabe la tormenta es el peso final del poema.

    Por tormentas purificadoras. Una abrazo

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  8. Hay tormentas que van por dentro, que limpian el alma...
    Bonito poema Rafael, besos al alma.

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  9. La última tormenta que pasó por mi ciudad, fue algo así como versas. Parecía que se acababa el mundo y te aseguro, que también pensé en la cantidad de gente que estaba rezando :)

    Abrazo, Rafael.

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    Respuestas
    1. Suelen ser esas tormentas constantes que tardan mucho tiempo en pasar.
      Un abrazo Verónica.

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