Olor a rosas
se nota en el ambiente
y es agradable.
Cierras los ojos,
te paras un momento
y ves las rosas.
Besas sus hojas,
susurras unas frases
y te sonríes.
Luego prosigues
tu marcha en el paseo
y vas alegre.
Llevas muy cerca
la rosa y el perfume
embriagador.
Quizás prefieras
sentarte en algún banco
para soñar.
Dejar la mente
que vuele por el parque
entre los pinos.
Las golondrinas
regresan a sus nidos
y te saludan.
Tú las sonríes,
hoy vuelas con su estela
tras de algún sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/06/20
Una sonrisa con alas.
ResponderEliminarHermosamente cautivadora.
Besos.
Gracias Amapola.
EliminarBesos.
Si de vez en cuando dejáramos la mente volar, cuanto más felices seríamos ..porque en ella podemos lograr casi todo. Un bello y aromático poema. Un abrazo en medio dia ...
ResponderEliminarEs que hay que dejar volar la mente, Campirela, cueste lo que cueste.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Un poema suave como una rosa.
ResponderEliminarmariarosa
Soñar despierto es también soñar con la imaginación
ResponderEliminarUn abrazo Rafael
Cierto Juan.
EliminarUn abrazo.
Las rosas, su aroma desganado recuerdos, como golondrinas sin tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
Algo parecido, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Cuando sucede, esa estela nos inspira.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.