El sol volvió,
pasando entre las nubes,
y sonreíste.
En un instante
la vida me enseñó
la primavera.
Y fue la luz,
el canto de las aves,
las margaritas.
Fue una explosión
de amor y poesía
en su conjunto.
Pensé en el mar,
tus pasos con mis pasos,
marchando juntos.
Y sorprendido
noté que estaba solo
con mi silencio.
Eran recuerdos
y sueños infantiles
de primaveras.
Le dije adiós,
al sol con un suspiro
que se ocultaba.
Y tu silueta,
perdida en mis pupilas
dejó una lágrima.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/20
Instantes en que el recuerdo, ilumina.
ResponderEliminarLuego, la lágrima.
Abrazo, Rafael.
Las dos cosas Verónica.
EliminarAbrazo.
wwaauu la verdad es una explosión de color y de magia tu primavera e haikus, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
Que no nos falte ese Sol.
ResponderEliminarEl recuerdo siempre nos arranca esa lágrima.
Feliz finde.
Un abrazo Rafael.
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz finde también para it.
Muy triste este sentir Rafael envuelto en preciosos versos..
ResponderEliminar"En un instante
la vida me enseñó
la primavera."...Qué bonito!!! Que tengas un sábado bello!!!
Gracias por tus palabras Eli Méndez.
EliminarUn abrazo.
La vida nos da tristezas, pero también nos consuela con la presencia del sol y la ilusión de los recuerdos. Muy bello y triste poema.
ResponderEliminarmariarosa
Cierto María Rosa, es como dices.
EliminarUn abrazo.
El sol sale cada dia, y si está nublado también...Aún estando en silencio siempre se está acompañado de uno mismo. Un abrazo y feliz puente.
ResponderEliminarEl sol del alma siempre está ahí, cerca, esperando.
EliminarUn abrazo y felices fiestas.
Este sol de otoño, trayendo recuerdos y si se puede, el mar.
ResponderEliminarUn abrazo
Es que el mar está muy cerca que es inevitable, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.