A tus ojitos
llevaron mil sonrisas
las mariposas.
Así pudiste
gozar con sus colores
y su ternura.
Pero sus alas
llevaban, también, besos
y mis caricias.
...Es que sentía,
lejana tu mirada
y tu presencia.
Eran los versos
que siempre madrugaban
en el otoño.
Versos azules
cargados de dulzura
que estremecían.
Por eso quise
mandar las mariposas
a tus pupilas.
Alas y vida,
latidos presurosos
y una canción.
Para decirte
lo mucho que te quiere
mi corazón.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/11/20
Cuánto romanticismo en este poema, muy bonito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Qué hermoso, debieran haber más mariposas que delivery en el mundo, seríamos inmensamente más felices.
ResponderEliminarBesitos vía alas de mariposas para ti amigo.
Paty
Gracias por tu comentario Paty.
EliminarUn abrazo en la noche.
Puro romance en este poema. Esas mariposas que no solo las sentimos en el estÓmago sino también en nuestra mirada. Precioso. Un abrazo y feliz noche.
ResponderEliminarGracias, como siempre, por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Los versos azules, que sigan, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo, y bonito día
Gracias Albada Dos... "que sigan"
EliminarUn abrazo y feliz jueves.
Preciosas mariposas, que vuelan en tus versos y llegan donde tienen que llegar, amigo. Nada es en vano, cuando ponemos amor y entrega en lo que hacemos, es una hermosa oración que asciende y nos dignifica.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Gracias María Jesús
EliminarUn abrazo.
Las mariposas llevan en sus alas sentimientos y poesía.
ResponderEliminarAbtazo, Rafael.
Así es Verónica.
EliminarAbrazo.