Estás triste mi amor, no lo niegues,
y en tus ojos se ven los cristales,
margaritas, que salen, sin nombre,
y que quieren abrirse al paisaje.
Es la vida que pasa a tu lado,
en la noche y también en la tarde,
pero brota y resurge en el día
y te roza y palpita en la sangre.
Yo no sé, corazón, lo que temes,
y si tienes nostalgia de alguien,
pero sé que tu cuerpo suspira
y que pide caricias del aire.
¡Cuánta nota destila tu pelo!,
¡cuán hermosa es la paz en el valle!,
pero todo estará circunscrito
a que sienta tus labios besarme.
Estás triste mi amor, se te nota,
y en tu pecho se notan saudades,
remolinos de viento y de brisa,
anunciando, quizás, temporales.
Pero quiero sumirme en tus venas,
transformar esa sangre radiante
en la lava sutil y precisa
que desboque el deseo en mi carne.
Si es así, sentiré que los cielos,
hoy destilan la paz de los ángeles,
y sabré, por tus dedos preciosos,
lo que vale ese roce admirable.
Al final tomaré tu barbilla,
miraré tus pupilas radiantes,
soplaré en los ojitos, tan tiernos,
apartando de allí, los cristales.
"...La tristeza mi amor, ya se ha ido,
y en tus ojos se ven claridades,
marejadas de luz y colores
con sonrisas llegando a raudales..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/15
y en tus ojos se ven los cristales,
margaritas, que salen, sin nombre,
y que quieren abrirse al paisaje.
Es la vida que pasa a tu lado,
en la noche y también en la tarde,
pero brota y resurge en el día
y te roza y palpita en la sangre.
Yo no sé, corazón, lo que temes,
y si tienes nostalgia de alguien,
pero sé que tu cuerpo suspira
y que pide caricias del aire.
¡Cuánta nota destila tu pelo!,
¡cuán hermosa es la paz en el valle!,
pero todo estará circunscrito
a que sienta tus labios besarme.
Estás triste mi amor, se te nota,
y en tu pecho se notan saudades,
remolinos de viento y de brisa,
anunciando, quizás, temporales.
Pero quiero sumirme en tus venas,
transformar esa sangre radiante
en la lava sutil y precisa
que desboque el deseo en mi carne.
Si es así, sentiré que los cielos,
hoy destilan la paz de los ángeles,
y sabré, por tus dedos preciosos,
lo que vale ese roce admirable.
Al final tomaré tu barbilla,
miraré tus pupilas radiantes,
soplaré en los ojitos, tan tiernos,
apartando de allí, los cristales.
"...La tristeza mi amor, ya se ha ido,
y en tus ojos se ven claridades,
marejadas de luz y colores
con sonrisas llegando a raudales..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/15
No puede haber tristeza cuando los luceros de unos versos acarician las pupilas, y el alma se eleva.
ResponderEliminarQue bonito verdad siempre amigo Rafael, un placer siempre leerte.
Un beso de seda.
Gracias por tus palabras, María.
EliminarUn "beso de seda"
unos versos entrañables pero muy tristes
ResponderEliminarabrazos
Gracias por tu comentario, Marina.
EliminarAbrazos.
Muy bonito Rafael, tienes un ritmo perfecto y tu poesía es encantadora.
ResponderEliminar"Marejadas de luz y colores" ...
Un abrazo amigo.
Gracias por fijarte en ese verso, Rosario.
EliminarUn abrazo.
Ante la tristeza el consuelo de alguien amado es un buen antídoto.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto, Efe, totalmente de acuerdo.
EliminarUn abrazo.
y en tus ojos se ven los cristales,
ResponderEliminarmargaritas, que salen, sin nombre
Se me ha cortado el comentario.
ResponderEliminarQuería decir que esos dos versos me habían gustado especialmente.
Buen sábado y besos.
Me alegro de que te fijares, precisamente, en esos versos, Carmen. Gracias.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
¡Ufffffff, llega al alma!!!
ResponderEliminarHay veces que las cosas pasan la tristeza llega...
Hay veces que una está mal y no tiene motivo o quizás sean tantos motivos que ya una hasta ha perdido la cuenta.
Hoy sentiré contigo que los cielos destilan la paz de los ángeles...
Belleza de poesía, inmensa.
Besos Rafa.
Me alegra de que te gustara este poema, Daphnelaluna.
EliminarBesos y feliz domingo.
A cualquiera se le desvanecería la tristeza que a veces secuestra el corazón, leyendo este bellísimo poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que lo veas de esa forma, Fanny.
EliminarUn abrazo.
De existir algún atisbo de tristeza... estoy segura de que abandonaría tal estado al leer esta maravillosa poesía.
ResponderEliminarMil besitos, Rafael y feliz noche.
Agradezco tus palabras y comentario, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la noche.
Rafael, uuuff yo leo un poema de estos querido amigo y a mi la tristeza se me pasa aayy amigo a veces das profundo en el alma como buen poeta como siempre hermoso y sentido un abrazo grande para ti desde mi brillo del mar
ResponderEliminarAsí es la poesía, Bea, y tú lo sabes.
EliminarUn abrazo desde el Cantábrico.
Todo un milagro de amor y es que el amor es milagroso!!! Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es el amor, Paty.
EliminarUn abrazo.