Antes de apagar la luz,
quiero tus besos,
tus caricias inquietas,
y tus manos,
recorriendo mi cuerpo en un instante,
profundo, eterno, sin pausa ni descanso.
Antes de apagar la luz,
quiero sentirte
estremecer tu piel en un abrazo,
saciar las mariposas de tu vientre
y ser de ti, quien se quede enamorado.
Antes de apagar la luz,
quiero mirarte,
recorrer tus pupilas con mis labios,
cerrar esas luciérnagas nerviosas
y escuchar a las cigarras con su canto.
Antes de apagar la luz,
quiero decirte
aquello que aprendimos hace tanto
y, antaño, los amantes proclamaban
diciendo: "¡te quiero y te amo!", susurrando.
Antes de apagar la luz,
quiero tu cuerpo
desnudo, estremecido, sacrosanto,
y que tiembles deseando mi presencia
porque yo ansío tu sexo y mi pecado.
Antes de apagar la luz,
quiero dormirme
en medio de un estanque,
y un regalo
que sea colofón de tu sonrisa
y en tus brazos y en tus dedos dibujado.
Antes de apagar la luz,
quiero seguirte,
volar, aleteando, en el espacio,
seguir tras la sencilla golondrina
y luego, retirarme a un gris tejado.
Antes de apagar la luz,
quiero que veas
la vela con que escribo este diario,
la llama incandescente de mis ojos
con el fuego arrasador de este relato.
"...Antes de apagar la luz,
quiero pedirte
que sientas a mi mano en tu regazo,
(a pesar de tus dudas y tus miedos),
y me esperes corazón, ¡no importa cuánto!..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/03/16
quiero tus besos,
tus caricias inquietas,
y tus manos,
recorriendo mi cuerpo en un instante,
profundo, eterno, sin pausa ni descanso.
Antes de apagar la luz,
quiero sentirte
estremecer tu piel en un abrazo,
saciar las mariposas de tu vientre
y ser de ti, quien se quede enamorado.
Antes de apagar la luz,
quiero mirarte,
recorrer tus pupilas con mis labios,
cerrar esas luciérnagas nerviosas
y escuchar a las cigarras con su canto.
Antes de apagar la luz,
quiero decirte
aquello que aprendimos hace tanto
y, antaño, los amantes proclamaban
diciendo: "¡te quiero y te amo!", susurrando.
Antes de apagar la luz,
quiero tu cuerpo
desnudo, estremecido, sacrosanto,
y que tiembles deseando mi presencia
porque yo ansío tu sexo y mi pecado.
Antes de apagar la luz,
quiero dormirme
en medio de un estanque,
y un regalo
que sea colofón de tu sonrisa
y en tus brazos y en tus dedos dibujado.
Antes de apagar la luz,
quiero seguirte,
volar, aleteando, en el espacio,
seguir tras la sencilla golondrina
y luego, retirarme a un gris tejado.
Antes de apagar la luz,
quiero que veas
la vela con que escribo este diario,
la llama incandescente de mis ojos
con el fuego arrasador de este relato.
"...Antes de apagar la luz,
quiero pedirte
que sientas a mi mano en tu regazo,
(a pesar de tus dudas y tus miedos),
y me esperes corazón, ¡no importa cuánto!..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/03/16
¡Bello y sensual poema!
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Ojalá se cumplan tus deseos
ResponderEliminarbordas en tu poema amor , pasión , ternura y comprensión
Un abrazo ya en la noche Rafaél
Me alegro de que veas todo eso en mis versos, María.
EliminarUn abrazo en la noche y gracias por tus deseos.
Buenos días Rafael...tus versos de hoy son entrañables...para vivirlos cuando se ama tanto.
ResponderEliminarfeliz día.abrazos
Marina
Gracias por tus palabras, Marina.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Uf, qué bonito.
ResponderEliminarQue la antesala del sueño sea el viaje a dos por los mapas de los cuerpos y luego volar a dormir.
Precioso de veras.
Besos.
Me alegro de que te guste, Marinel.
EliminarBesos y feliz tarde.
Me encantó!, gracias.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Xan Do Rio.
EliminarUn saludo.
que bello y que dulce !!! entonces que esa luz no apague nunca y asi puedas amarla y mimarla como tú lo deseas, me encantó un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu comentario,Bea.
EliminarUn abrazo.
Seguro que te espera después de esas palabras!
ResponderEliminarBesos.
Sonrío, Carmen.
EliminarBesos.
Qué bonito, un placer siempre pasear entre tus versos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, Paco.
EliminarUn abrazo.
Una dulce espera, sin duda. Tus amorosos versos atrapan Rafael. Que tengas buen día. Besos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Paty.
EliminarUn abrazo y feliz día.