Me gusta cuando pasas y me besas,
nordeste siempre fiel de mis pecados,
entonces se revuelven las pasiones,
dormidas con el paso de los años.
Me gusta tu presencia, sin palabras,
y sueño que me tomas de la mano,
me llevas por regiones infinitas
a un mundo de ilusión y renovado.
Me gusta la amargura del salitre
que dejas en mi carne con tus labios,
parece la caricia de una amante
y el dedo sinuoso y deseado.
Me gusta cuando envías a la brisa
los días calurosos del verano,
y encuentro, en el saludo, ese recuerdo
del niño juvenil y enamorado.
Me gusta la presencia de tu aliento
que rompe la liturgia del letargo,
sacando mis suspiros a la vida
cual remos de un bajel enarbolado.
Me gusta contemplar a las banderas
que excitas con tu celo y sin reparo,
flamean, como llamas invisibles,
a impulsos de ese viento desatado.
Me gusta imaginarme en la ribera
y ser el compañero de ese cuadro,
tal vez el favorito de tus ojos
y el cuerpo, que desnudo, has dibujado.
Me gusta la premura de tu brisa,
que deja con ternura tanto encanto,
tratando de excitar a mis sentidos
y hacerlos juveniles, largo rato.
"...Me gusta cuando vienes y me miras,
me besas y desnudas, sin descanso,
nordeste que ha quedado por mi tierra,
la brisa inconfundible que yo amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/16
nordeste siempre fiel de mis pecados,
entonces se revuelven las pasiones,
dormidas con el paso de los años.
Me gusta tu presencia, sin palabras,
y sueño que me tomas de la mano,
me llevas por regiones infinitas
a un mundo de ilusión y renovado.
Me gusta la amargura del salitre
que dejas en mi carne con tus labios,
parece la caricia de una amante
y el dedo sinuoso y deseado.
Me gusta cuando envías a la brisa
los días calurosos del verano,
y encuentro, en el saludo, ese recuerdo
del niño juvenil y enamorado.
Me gusta la presencia de tu aliento
que rompe la liturgia del letargo,
sacando mis suspiros a la vida
cual remos de un bajel enarbolado.
Me gusta contemplar a las banderas
que excitas con tu celo y sin reparo,
flamean, como llamas invisibles,
a impulsos de ese viento desatado.
Me gusta imaginarme en la ribera
y ser el compañero de ese cuadro,
tal vez el favorito de tus ojos
y el cuerpo, que desnudo, has dibujado.
Me gusta la premura de tu brisa,
que deja con ternura tanto encanto,
tratando de excitar a mis sentidos
y hacerlos juveniles, largo rato.
"...Me gusta cuando vienes y me miras,
me besas y desnudas, sin descanso,
nordeste que ha quedado por mi tierra,
la brisa inconfundible que yo amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/16
uuff mi querido amigo Rafael has perfumado tus versos con dulces pasiones y a mi me gusta tu melodía y tus versos, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Bea.
EliminarUn abrazo.
Rico en imágenes ese viento que pasa y te regala versos tan bellos.
ResponderEliminarmariarosa
Que bonito es el recuerdo de lo que se ama.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda que sí, Efe.
EliminarUn abrazo.
Gracias por tu visita y el cariñoso comentario ...gracias aquí por tan hermosos versos ...el mar siempre es poesía.
ResponderEliminarfeliz domingo
Sí, Marina, el mar siempre es poesía.
EliminarUn abrazo y gracias por tu visita.
Hay brisas penetrantes, amorosas y apasionadas que calan tan hondo que se hacen inolvidables en los latidos y en la mente.
ResponderEliminarPrecioso, precioso.
Besos.
Gracias por tus palabras Marinel.
EliminarBesos.
hola rafael me encanta esa amrgurabañada de salitre un poema donde te imaginas que navegas por mares extraños lleno de deseos palpables ante la vida feliz dia besitos
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, Embrujo.
EliminarUn abrazo en la noche.
Así es la magia de la brisa cantábrica...
ResponderEliminar; )
Besos.
Algo parecido, pero mucho mejor, Carmen, no lo dudes.
EliminarBesos.
Me gusta mucho tu poema...
ResponderEliminarsaludos
Gracias Karin.
EliminarSaludos.
Una se siente bañada con esencia de rosas perfumadas, con la delicia y la ternura de estos apasionados versos.
ResponderEliminarY me gusta imaginar, tanta belleza.
Besos Poeta.
Pues entonces cierra los ojos simplemente, Daphnelaluna.
EliminarBesos.
Cono velero que se hace bolero con viento y paso a favor.
ResponderEliminarMi abrazo de luz ✴ a luz
Gracias por ese bolero Athenea.
EliminarUn abrazo desde este rincón del mar.
El nordeste ... el mar
ResponderEliminaren tu poema plasmas la belleza que yo amo
esas que tanto bien me hacen
un abrazo y feliz domingo
Algo tiene esta costa, María, ¿verdad?...
EliminarUn abrazo en la noche.
Hermosas memorias de un amor que desde la quietud aún late vivo.
ResponderEliminarBesos grandes Rafael.
Gracias por tus palabras, Paula.
EliminarBesos.
Me gusta la premura de tu brisa, es tan hermoso.
ResponderEliminarAquella premura imposible que reclama deleite y lentitud.
Gracias Tecla, me gusta que te "guste"...
EliminarUn abrazo.
Me gusta este poema "tan gustado" los gustos cotidianos del poeta que lo escribe...
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias Impersonem.
EliminarUn abrazo.
Tus versos rítmicos y cadenciosos han personificado a ese viento del nordeste que ha tomado, en la brisa, forma de mujer...Y te ha dejado a ti y a todos nosotros su sensibilidad, su ánimo y su cariño, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo manchego y feliz semana Santa, amigo.
M.Jesús
Gracias por sentir todo esto en mis versos, María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz semana Santa.