Me asomo a la ventana
y busco entre la lluvia,
la gota que, nerviosa,
equivocó su ruta.
Las miro y las remiro
sin encontrar alguna,
que sepa disiparme
la niebla con las dudas.
Quizás porque estas gotas
son restos de la bruma,
de nubes que rozaron
esas pupilas tuyas.
Hay gotas de rocío
mandadas por la luna,
hay gotas legañosas
perdidas por las brujas.
Se buscan mil leyendas
de amor y de fortuna,
soñar es siempre hermoso
en tardes sin cordura.
Las gotas transparentes
gotean y se escuchan,
rompiendo con anillos
las charcas diminutas.
Hay gotas, simplemente,
que van a la laguna,
y hay otras que se escurren
y mojan la basura.
Quizás por eso mismo
la lluvia es oportuna,
y sales sin paraguas
buscando su frescura.
Las gotas no reparan
en sueños ni en preguntas,
y mojan a los cuerpos
saciando su lujuria.
"...Me asomo a la ventana
y veo vagabundas,
las gotas de los cielos
que aumentan tu hermosura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/17
A veces cuando uno observan las gotas logra que viajemos a nuestros deseos y nuestros sueños en la piel y en el alma precioso, un abrazo querido amigo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarEs cierto lo que dices Bea.
EliminarUn abrazo.
Nunca imaginé tan bellos caminos para las gotas de lluvia. Se ve que no soy poeta, soy escritora de cuentos... apenas.
ResponderEliminarmariarosa
Todo en la vida va por bellos caminos María Rosa sea en prosa o en poesía.
EliminarUn abrazo y feliz día.
La lluvia siempre es romántica y veo qmorosamente te inspira . Saludos
ResponderEliminarEs que la lluvia tiene algo especia, Edith, ¿no piensas igual?...
EliminarUn saludo.