lunes, 11 de junio de 2018

EL HOMBRE DEL SACO...



¡El hombre del saco!...
decían las voces,
de padres y madres,
de gentes mayores,
y el niño buscaba
su lecho de noche,
y un sueño, que esquivo,
contaba las doce
y así las campanas
de aquellos relojes
sonaban profundas
dejando sus sones,
y el niño, entretanto,
sentía, de golpe,
que el sueño llegaba
sin miel y sin flores...

¡Qué cuentos se oían,
qué trolas enormes!,
de aquellos instantes
de infancia y canciones,
momentos pasados
de ricos y pobres
viviendo las horas
con mil confusiones,
los hombres al campo,
los niños al cole
y adentro, en la casa,
las duras labores,
la madre que friega,
que lava y que cose,
que guisa el cocido
que luego se come...

¡Qué tiempos aquellos!
viví sin pasones,
sin celos ni envidias
buscando mi norte,
y es hoy cuando veo
un viejo horizonte,
y el hombre del saco
viniendo tan torpe
buscando a los niños
causando dolores,
y miedos eternos
en mil corazones
rompiendo sus almas
hundiendo sus torres,
y haciendo que surja,
genial, don Quijote...

"...¡El hombre del saco!...
decían las voces,
de padres y madres,
de gentes mayores,
y entonces los niños
crearon los robles
los gnomos y hadas
surgiendo del bosque..."

Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/18

14 comentarios:

  1. Muy ingenioso, aquí en América le llamamos "el viejo de la bolsa", pero te diré que los niños ya no le temen, están más atermorizados si se les rompe la tablet o la notebook o el móvil... pobre viejo...
    Tu poema es una reminiscencia, un sobreviviente de aquellas otras épocas...
    Muy lindo, un beso al alma.
    Pau

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    1. Tienes razón, Pau, el personaje que sale en mis versos es ya un "viejo recuerdo de otros tiempos".
      Un beso en el alma.

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  2. Ese personaje inventado para generar miedo y que los niños se durmieran, pero claro, con miedo se duerme uno poco. Eran tiempos de pocos electrodomésticos,luces con poca potencia, braseros y cuentos.

    Un abrazo.

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    1. Fue tal y como dices, Albada Dos, pero con aquel miedo se dormía poco, cierto.
      Un abrazo.

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  3. Buenas noches , uff que miedo jajaja, me has traido recuerdos de mi infancia donde esa era una de las palabras favoritas de los abuelos para meternos el miedo en el cuerpo cuando nos estábamos pasando de la raya ..No sé qué era peor si el hombre del saco o esas pesadillas que lograban que tuviéramos ..
    Un abrazo y felices sueños eso si a ese señor le echamos fuera ajjaja un beso.

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    1. Pues si, Campirela. Son retazos y recuerdos de "viejos tiempos" que pasados siguen ahí, latentes.
      Un abrazo y feliz noche.

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  4. y cuanta razón llevas momentos ricos y pobres !!! mentiras blancas y sueños bonitos sueños rotos, verdades amargas, bonitos amores de dulces recuerdos , hermoso!! bellas melodías mi querido amigo n abrazo desde mi brillo del mar

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    1. Gracias por tu comentario, Bea.
      Un abrazo y feliz día, en esta fecha tan especial para ti.

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  5. Bueno, que preciosidad, Rafa: estos no so un ramillete de versos, sino que son un bellísimo y gran ramo de divinos versos anfíbracos supremamente medidos, que cantan solos.
    Eres un gran maestro de la poesía. Mi enhorabuena y gracias por compartir tu bella sabiduría, es una pasada el manantial que mana de tu interior.

    Ha sido muy placentero pasear por tus letras y recordar el hombre del saco que antaño no pocas veces me asustan con él.
    Te dejo mi inmensa gratitud y mi admiración.
    Un beso y se muy, muy feliz.


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    1. Gracias por tus palabras, Marina, y por fijarta tan detenidamente en ese "hombre del saco" que tanto significó en una infancia ya lejana.
      Un abrazo.

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  6. Qué bonito colofón!! Cómo no crear esa fantasía y seres alados, ante tan sombrío y aterrador hombre del saco…

    Me encantó el poema, querido Rafael. Un placer.

    Bsoss y abrazos enormes, y muy feliz tarde.

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    1. Gracias Ginebra, me alegro de que te gustaran estos versos.
      Un abrazo y feliz tarde.

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  7. Ay por suerte nunca me inculcaron ese temor, pero muy escuchado era por los alrededores jajaja. El famoso Viejo del Saco, que se quede entre tus versos, y no salga a asustar a ningún otro niño más. Cierto?

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    1. Entonces lo dejaremos en estos versos como un recuerdo de aquellos años, Paty.
      Un abrazo.

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