En aquel lago
vivía una princesa
encantadora.
Eso pensaba
el niño que, muy cerca,
leía un cuento.
Y era posible,
que allí, entre las aguas,
hubieran hadas.
Porque los ojos,
del niño, en sus pupilas
eso veían.
Dulces momentos
de magia y fantasía,
tras las pestañas.
Largos segundos
de infancia y de ternura,
siempre infinitas.
Precioso lago
que llenas a los niños,
cubre mi alma.
Quiero ser niño,
soñar con las princesas,
sentir las hadas.
Y si es posible,
volar, cual mariposa,
entre sus alas.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/08/19
Soñar y envolverse en el cuento de los sueños... Volando...
ResponderEliminarUn abrazo lleno de energía y feliz día.
Gracias María.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Ser niño nuevamente y dejarse llevar por la ensoñación, que bonito. E´niño está en nosotros, pero nos cuesta volar...
ResponderEliminarmariarosa
Tienes razón, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
El lago de la infancia,con su princesas y hadas, dando luz en la tarde.
ResponderEliminarTarde con magia para ti. Un abrazo.
Magia para todos, Albada Dos, busquémosla.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Que la magia y la felicidad, nunca nos abandone, solo así podremos seguir sintiéndonos los protagonistas de esos bosques encantados.
ResponderEliminarUn abrazo de viernes Rafael.
Sí, Ani, que sea como dices.
EliminarUn abrazo de viernes.
Que la magia envuelva siempre tus escritos como este que es un trocito de aquella lejana infancia.
ResponderEliminarBesos grandes...
Gracias Paula.
EliminarBesos.
Volver a ser niño...es un sueño tan deseable como hermoso.
ResponderEliminarQuizás todos lo deseamos Carmen.
EliminarBesos.