Memoria tuya,
tan frágil y tan débil,
nunca me olvides.
Y si lo haces,
escóndeme en un hueco
de tu desván.
En ese altillo
están las mariposas
muy silenciosas.
Y yo, con ellas,
seré mudo, y testigo,
de tus sonrisas.
Pero si lloras,
seré también la rosa
que regarás.
Porque la lluvia
vendrá desde los cielos
a mis pupilas.
Quizás un día,
despierten los recuerdos
y me sonrías.
No quiero versos,
ni letras de nostalgia
en los poemas.
Te quiero a ti,
mi tierna mariposa,
¡quiero tu luz!
Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/19
👏👏👏👏😘😘😘💙
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarQue belleza!! de ruego, no se como explicar...
ResponderEliminarpero se lee tiernamente, la memoria no puede negarse a la petición...
Besos.
Gracias Julieta.
EliminarBesos.
Es encantador leerte en este derroche de ternura, de magia... me ha encantado cada verso, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Esas Mariposas tan lindas me alegra volver a leerte, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
Mariposas que dibujas con las letras ilusionadas, en las que la nostalgia se esfuma.
ResponderEliminarPreciosos versos, mi querido amigo Rafael.
Te mando un abrazo lleno de energía.
Feliz noche.
Gracias María por tus palabras y abrazo lleno de energía.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Es tan dulce ese anhelo de querer estar en las sensaciones de otro y significar un todo sin egocentrismo ni deseo de posesión.
ResponderEliminarMe encanta lo que transmiten tus versos amigo.
Un abrazo.
Gracias Paty, me alegro de que te gusten estos versos.
EliminarUn abrazo.