Juegan las olas
con algas y resacas
un crudo baile.
En esta orgía
recuerdan a galernas
en otras danzas.
Danzas macabras
de tiempos ya pasados
con las traineras.
En las colinas,
testigos de esos actos,
las atalayas.
¡Cuántos peligros
previeron y avisaron
a los marinos!
Pero no siempre
llegaron sus mensajes,
y se perdieron.
Por eso ahora,
de nuevo se recuerdan,
esos sucesos.
Noches de llanto,
de rezos y suspiros
en tantos puertos.
Y con el tiempo
el negro de las ropas
en las mujeres.
Madres, esposas,
unidas sin remedio,
por las galernas.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/08/19
Peligrosas olas que danzan y bailan y el tiempo devuelve trágicos sucesos .
ResponderEliminarUn abrazo lleno de energía y feliz día.
Es la otra cara del mar, María.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Danzas en tus versos Rafael. Un poema con sentimiento al perderse esas vidas.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo de lunes y un beso que te llegue. Me encantó este poema.
Gracias sinceras Ani.
EliminarUn abrazo y feliz comienzo de semana.
Qué vidas más duras las de los pescadores...
ResponderEliminarUn beso acuático.
Cierto Eva.
EliminarUn beso.
Beso y abrazo, volviendo a la galerna.
ResponderEliminarGracias Laura.
EliminarUn beso.
Una belleza de poema Rafael.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazos.
A veces, el abrazo de una ola es mortal, el mar es caprichoso cuando se enamora.
ResponderEliminarBellos tus verso, amigo Rafael.
Mil besitos en la noche.
Sí, Auroratris, así es.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Muy triste, pero un gran poema.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Amapola.
EliminarBesos.
Bella descripción de la vida de esos marinos...
ResponderEliminarBeso grande Rafael.
Gracias Paula.
EliminarBesos.
A veces no se sabe todo lo que hay detrás de un humilde pescado.
ResponderEliminarLlora tu poema por todos aquellos que se quedaron en la mar
Silencio!!
Besucos
Gó
En nuestras costas lo sabemos bien a lo largo de la historia, Gó.
EliminarUn abrazo en la noche y "besucos"
Los paisajes de playa, la de juego que nos dan. Porque entre las atalayas de las lomas que servían para vigilar enemigos, se forman escenarios oníricos perfectos.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto Albada Dos, es como bien dices.
EliminarUn abrazo.
Muy conmovedor. El mar... la mar para aquellos que viven de ella y para aquellos que perdieron su vida entre sus bravas olas.
ResponderEliminarMuy bueno.
Gracias Galilea.
EliminarHe conocido muchas mujeres que siguen llorando de cara al mar.
ResponderEliminarEste poema es un homenaje, Rafael. Y una joya.
Abrazos.
Gracias Verónica y es como bien dices.
EliminarUn abrazo.