Suenan los truenos,
anuncian la tormenta
que va llegando.
El cielo gris
con nubes perezosas
está presente.
Tiemblan los ojos,
el alma se estremece
y tú suspiras.
En un instante
la lluvia nos envuelve
y llora el cielo.
Cierras los ojos,
te mezclas en un sueño
de fantasías.
Y con suspiros
aceptas estas lágrimas
que deja el llanto.
Al cabo un rato
se pasa la tormenta
y vuelve el sol.
Así despiden
sus rayos en el día
ante la noche.
Atrás se queda
la tarde y la tormenta
como un recuerdo.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/05/20
Toda una buena metáfora de cómo es la vida en realidad. Con sus tormentas y su salida de sol. Un bello dia para ti .
ResponderEliminarGracias por ver así estos versos, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Después de la tormenta, siempre llega la calma.
ResponderEliminarSaludos.
Así dice el refrán Amowhor.
EliminarSaludos.
Bellas metáforas de la lluvia y sus lágrimas de amor.
ResponderEliminarAbrazo
La lluvia siempre trae buenas nuevas y tu poema la viste como un manto para dos.
ResponderEliminarUn lujo leerte, amigo RAfael.
Mil besitos en la tarde.
Me alegro de lo que dices, Auroratris.
EliminarBesos en la tarde.
Como la vida, la tormenta, que es seguida por esos rayitos de sol que acaban dejando atrás las borrascas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
A mi me siguen gustando las tormentas...
ResponderEliminarsobre todo cuando me voy a dormir.
Besos.
Entonces dulces sueños, Laura.
EliminarBesos.
Hermosos versos que bien podemos asociar con la tormenta que vivimos actualmente y la importancia de abrazarnos a nuestros afectos con la esperanza de la pronta calma... Un abrazo grande!!!
ResponderEliminarGracias por tus palabras Eli Mendez.
EliminarUn abrazo.