Pido respeto
a legos y profanos.
Lo necesitan.
Pido silencio
al viento y la galerna
de los instintos.
Pido que callen
las voces insensatas
de tanto listo.
Pero que sepan,
los unos y los otros,
que no olvidamos.
Ni olvidaremos
aquellos que han partido,
sin despedirlos.
Están muy cerca,
y siguen con nosotros
en el recuerdo.
En su momento,
su causa y sus derechos,
defenderemos.
Y, si procede,
se dictará sentencia,
como es justicia.
...Pero sabiendo
que el hombre no es perfecto
y se equivoca.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/20
Me ha encantado este poema y la foto, tan distintos de otras veces.
ResponderEliminarEstoy sin tiempo para comentar pero siempre OS leo y hoy quiero dejarte mis huellas.
Somos imperfectos, y ahí esta la mejor perfeccion.
Un abrazo enorme.
Gracias María.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Profundo poema que llega a todos los pueblos, todos hemos visto partir en silencio y sin despedida a muchos seres queridos. Doloroso y real poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Es un poema de reivindicación hacia esas personas que se han dido sin una mano a quien poder agarrarse y ni un adiós tan siquiera. Un dolor que solo sabe el que lo ha pasado. Un fuerte abrazo y feliz viernes
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Intenso y profundo poema. Me aúno a tu bello grito, querido amigo; por tantos que se fueron, y por quienes lo sufrieron sin poder despedirse...
ResponderEliminarAbrazo enorme 💙
Gracias Ginebra.
EliminarUn abrazo.
Genial! Sí, que lo sepan, no olvidaremos.
ResponderEliminar👌😘💙
Gracias Carmen.
EliminarAsí, con respeto, dejando que sigan en parte a nuestro lado.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Si, es necesario callar y guardar silencio en honor a tantas personas que se fueron sin decir nada. Es momento de honrarlos y brindarles homenaje merecido, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz fin de semana, amigo.
Gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
uuuffff que bonito y yo voy a pedir que nunca que dejes de escribir, precioso , un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
Hay muchos oídos sordos, Rafael, como catedráticos en la estulticia y guerras campales por quitarse el poder.
ResponderEliminarUn desastre.
Abrazo.
Por desgracia es como dices, Verónica.
EliminarUn abrazo.