La antigua senda,
apenas transitada,
nos esperaba.
Fue una cañada
que usaron los pastores
con las ovejas.
En ella duermen
recuerdos y romances
de viejos tiempos.
Quiero enseñarte
aquello que se esconde
bajo sus piedras.
Quiero que veas
las noches y los días
de esos lugares.
Quiero que sientas
el cierzo y tramontana
de la meseta.
Quiero que bebas,
conmigo, de las fuentes
y los arroyos.
Quiero que comas
el queso y la cecina
de los zurrones.
Y, por supuesto,
allí quiero que vivas
un bello sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/09/20
(Esta vez es el recuerdo y la nostalgia de esos paseos, nos lleva, a las sendas y "cañadas reales" que he pisado tantas veces. Me sitúo en Gredos, allí, bajo el Almanzor, y pienso en una tarde, ya noche, con las estrellas apareciendo en el cielo y la senda al lado. Era un refugio de montaña y dos personas acudiendo a refugiarse de la brisa tras unas rocas de granito y tumbados en la pradera. Laten los corazones. Corre la sangre impetuosa. Brilla el cielo y sonríen las estrellas. Hay una comunión de dos almas, hay una trasferencia en los sentidos, hay unos sueños que se paran ante la efervescencia de la vida, hay un amor que se quiere compartir y hay una sonrisa que se extiende por el cuerpo con el beso que reciben.)
Preciosa senda de evocadores sentires. Y el texto final, un viaje maravilloso, de piel y alma, de hermosas imágenes.
ResponderEliminarUn verdadero placer, querido amigo.
Abrazo grande, y muy feliz día.
Gracias por ver todo eso, Ginebra.
EliminarUn abrazo en la noche.
Que bonito esas cañadas que tantas historias podrían contar.
ResponderEliminarTe voy a decir algo , qué bonito es el poema pero en esta ocasión me gustó más el texto. En él hay más que poseía. Un abrazo !!
De cada visita a Gredos podría hacer una novela, Campirela, tal es la impresión que me dejó. En realidad la "montaña" era "mi vicio" y ahora no sé si alguna vez podré volver.
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras.
Los recuerdos se agolpan, un maravilloso viaje en el que la nostalgia se siente en tu maravilloso relato.
ResponderEliminarUn cálido abrazo Rafael
Gracias sinceras, Sneyder.
EliminarUn abrazo.
Muy bonito poema Rafael, si hablaran esos senderos cuantos misterios antiguos conocerías.
ResponderEliminarmariarosa
Seguro que sí, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Hermosos versos los de esta senda con floreada de nostalgia
ResponderEliminarUn abrazo Rafael.
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Cañadas de juventud, recuerdos que siguen vivos. Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Bellos versos, y una delicia el texto de tu explicación.
ResponderEliminarBravo!