Un gran silencio
se extiende por los ojos
que parpadean.
Igual los labios
buscando las palabras
que ya no encuentran.
Ojos y labios
vencidos, confundidos,
por el Alzheimer.
¿Qué puedo daros...?
¿...Si acaso unas sonrisas
y mis palabras?
...Pero algo más...
¡Quisiera que tuvieran
mi propia vida!
Que compartieran
conmigo su silencio
y yo con ellos.
Quiero deciros
que escucho los mensajes
de tus pupilas.
Y hasta esos labios
sutiles, delicados,
voy sin palabras.
¡...Ojos y labios,
que tanto me entregasteis,
seguidme hablando...!
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/20
(Con mi silencio y cariño, y unas lágrimas veladas y sinceras, en este día tan especial y cariñoso. Estoy con estas personas y también quiero que estén mis versos. ¡Ojalá pudieran ellos sentir la sonrisa y el latido de la vida, como sus ojos y sus labios piden en esas llamadas y gritos infantiles..!)
Es un dolor como el silencio se instala en el pensamiento. Bellísimo homenaje, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos de lunes y feliz semana.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Emocionan tus versos, duele el silencio que rodea a los seres queridos a los que la enfermedad atrapa y los convierte en otras personas. Cuanto respeto y dolor se lle en tu poesía.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias por tus palabras, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Sigue el silencio, formando recuerdos que pillar con las manos de la memoria.
ResponderEliminarLindos versos. Un abrazo
Sí, es algo instintivo, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y gracias.
Me niego a creer que aún estando en su mundo no lleguen a sentir a sus seres queridos creo que en lo más profundo de su alma, corazon y mente ellos cuando nos miran siguen estando, tal vez lejos pero un halo de su esencia sigue ahí con ellos. Un abrazo y bonito poema, se lo merecen.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias por tu comentario, Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Qué nobles y bellos sentimientos desprenden tus versos, Rafael. Mi venia y mi cariño para estas personas que un día alegres conversaban con sus generaciones. Tu poesía llega al alma.
ResponderEliminarUn abrazo grande, amigo.
Gracias por tu comentario, Ceciely.
EliminarUn abrazo en la tarde.
un homenaje sentido Rafael, en este caso me da profunda tristeza pensar en las familias de las personas que padecen Alzheimer,muy desolador que una madre no te reconozca o un padre, que olvide quien es, que deje de tener recuerdos, que la vida se muera detrás de la mirada.. Así lo has expresado, tal como es .. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Eli Méndez.
EliminarUn abrazo.