Silencio en los labios
que tiemblan inquietos,
también en los ojos
con brumas y velos,
recuerdos sesgados
de hogares y tiempos,
familia y amigos
hoy sombras y miedos,
eterna negrura
que avanza en los cuerdos,
abraza y reduce
los ratos y gestos
aquellos que, antaño,
tenían un dueño,
y un cuerpo sensible
vibraba con ellos...
Silencio, me dicen,
los labios que quiero,
los ojos que brillan
sin norte y sin puerto,
y en esta desgracia,
(¡maldita!), no puedo
luchar con bravura
y dar lo que tengo,
mi vida, mi casa,
también el dinero,
y todo ello a cambio
de estar en su ceño,
de ser en su vida
la barca y el remo
y en esa persona
que guíe mis sueños...
"...Silencio en la vida,
hay seres muy nuestros,
que miran, que hablan
y viven sin vernos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/20
Tantos silencios como recuerdos...
ResponderEliminarAbrazo, Rafael
Se buscan en el silencio Verónica.
EliminarAbrazo.
En esta situación que se hace tan prolongada hay días en que todos sentimos esto que expresas en tu poesia..bella y muy triste hoy. Un abrazo Rafael y un gran y esperanzador domingo
ResponderEliminarCierto, Eli Méndez, los tiempos que estamos viviendo no son los más propicios para el silencio.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Silencio.... es bueno, pero cuando se convierte en compañía diaria, ni los recuerdos nos hace bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Digo lo mismo, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Silencios que hablan, más que las palabras.Un abrazo y feliz noche.
ResponderEliminarCierto Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Verdad que es triste no vernos, no sentirnos, tendremos que esperar que esta realidad se pierda para siempre.
ResponderEliminarAbrazo
Así es María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Silencios, que nos recuerdan que amamos, que vivimos, que este paso por el mundo tuvo su recompensa.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz tarde
Así es, Albada Dos.
EliminarUn abrazo en la tarde.