Sigue las hojas
que bajan de los robles
cubriendo el suelo.
Siente su encanto,
la magia y colorido
que ellas te dejan.
Luego suspira
y busca, en el silencio,
algo de paz.
Tienes la magia
muy cerca de tus manos
y es para ti.
Vive los sueños,
y siente sus latidos.
No tengas miedo.
Es un regalo
que tiene un bello nombre:
"naturaleza"
Cuando descanses
prosigue tu camino
mientras sonríes.
Ve con tus labios
buscando la caricia
del beso amado.
Y si lo encuentras
comparte en ese beso
todos tus sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/23
Un final muy romático, me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Esas hojas que vemos en la calle hacen una alfombra, algo peligrosas, porque a veces resbalan y zas caída al canto ajja.
ResponderEliminarPero en esta ocasion esas hojas son de amor y de cariño con el final del beso al amado. Un abrazo y besote.
Sí, hay que tener cuidado Campirela.
EliminarUn abrazo.
Ohh, cuánto romanticismo hay en tu poema Rafael. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Conchi.
EliminarUn abrazo.
La naturaleza siempre contiene un mensaje de esperanza, es como si la creación, es decir, el mismísimo Dios, nos hablara a través de todas sus formas. Creer en la vida y en el amor, es el mayor poder, nuestra inspiración para seguir adelante, sin rendirnos, y hacer realidad esos sueños guardados en el alma.
ResponderEliminarHermosa poesía amigo. Te mando un abrazo, deseando tengas bella semana.
Paty
Naturaleza. Siempre nos regala y reta.
ResponderEliminarEncontrar el amor. Otro reto. Más peliagudo que el que nos pueda presentar Natura.
Sonrío.
Abrazo, Rafael.