En tus ojos no había ni una nube
y los mismos emitían mil reflejos,
buscando, sin cesar, un tanto lejos,
el paso del que sigue y del que sube.
El néctar de ese vino que en su entube
macera su solera sin complejos,
igual que los otoños de los viejos,
buscando en el poema su querube.
Palabras que se dicen sin alarde
y brotan a pesar de la distancia
tratando de llegar de tarde en tarde.
Me queda tu pupila de la infancia,
espero que la misma me resguarde
y siga, junto a mí, sin petulancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/11/17
Pupilas que son luz perenne, cobijo eterno… a pesar de tiempo y distancia…
ResponderEliminarPrecioso, querido Rafael…
Bsoss enormes, y muy feliz noche.
Gracias Ginebra.
EliminarUn abrazo y feliz noche también para ti.
Buenas noches , hoy los ojos son los protagonistas de tu poema , en ellos dicen que se ven la verdad o mentira de las personas , no estoy yo muy segura , creo que todo el conjunto de la persona hasta sus movimientos nos delatan como es él o ella ..pero tan bien cierto que una mirada limpia dice mucho ..
ResponderEliminarGracias poeta un abrazo.
No solamente los ojos, como bien dices, hablan de verdad o mentira en las personas, Campirela.
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras.
Tanta ternura en esa espera...
ResponderEliminarMil besitos en la noche, amigo Rafael.
Gracias por apreciarla, Auroratris.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
Esa luz eterna, brilla en tu alma y te ha inspirado un bello poema.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Un abrazo.
Ambar
Gracias por tu visita y comentario Ambar.
EliminarUn abrazo.
Esas metáforas son un encanto, belleza que ilumina mi mañana.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarUn abrazo.