Hay manos que se preguntan
que dónde está la otra mano,
la que viene con caricias
y las reparte cantando,
esas caricias sinceras
son como hojas de un árbol
que se mueven caprichosas
a lo largo y a lo ancho,
y se ofrecen en los bosques
y en los lechos tan amados,
a los senderos sin nombre
con amantes y sin daño,
porque las manos ansían
de otra mano y su regalo,
esa infinita ternura
de algún roce delicado...
Otras manos no preguntan
y se encomiendan al diablo,
aborreciendo caricias
que les producen espanto,
incluso emplean los dedos
como los de un espantajo,
sin una prueba de vida,
insensibles al encanto,
manos que son traicioneras
y que emplean los borrachos
al caminar día a día
por las cloacas y el barro,
y así se esfuman los sueños
acelerando el ocaso
de la esperanza latente
por unas manos, en vano...
"...Hay manos que se preguntan
que dónde está todo el año,
esa mano misteriosa,
tan sublime de los magos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/18
Esas manos que estremecen con solo rozar, que despiertan los sentidos... ¿Dónde estarán?.
ResponderEliminarAbrazos.
Pueden estar muy cerca, Julieta, no lo dudes.
EliminarUn abrazo.
Está claro que las tuyas son manos de mago, Rafael. Un abrazo.
ResponderEliminarTodos podemos tener un poco de "magia" en las manos, como bien dices, Rebeca.
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras.
En tu poema podemos ver la dualidad humana, que a veces se alterna y nos hace pensar que, en el hombre habita el bien y el mal...Unas veces reina la paz y la armonía en esas manos suaves y delicadas y otras la guerra en manos violentas, duras e indiferentes.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz domingo, Rafael.
Agradezco tu interesante comentario, María Jesús.
EliminarUn abrazo y gracias.
Esas manos que acarician la piel, también hay manos que escriben poesía y en esta forma también acarician . Saludos Rafael.
ResponderEliminarPienso igual Edith.
EliminarUn abrazo.
Hermoso!!! me gusta tu principio y final las manos del demonio dejalas escapar que se vayan jejeejje me encantó como una caricia misma tus versos un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea y sí, mejor dejar escapar esas manos diabólicas.
EliminarUn abrazo.
Hay manos que curan, que dan vida, que nutren el alma. Las hay más anodinas y las hay que mejor parecen garras.
ResponderEliminarBuen poema. Un abrazo
Gracias por tu comentario Albada Dos.
EliminarUn abrazo.