Recuerdo aquel regalo
de un libro y mis latidos,
ensayos de unos versos
de un tiempo muy preciso,
en él se concentraron
segundos y suspiros,
de sueños y utopías
de instantes que vivimos,
y ahora los recuerdo,
están en ese libro,
el libro de la vida
que un día compartimos,
fragmentos de un pasado,
de dicha, retenidos,
que añoro y que deseo
volver a repetirlos...
Recuerdo aquel regalo,
tan tierno y exquisito,
un libro, simplemente,
con algo que fue mío,
palabras, sentimientos,
saliendo de mi sino,
trazados por los dedos
en busca del destino,
y así durante años
salieron con delirio
cubiertos por la tinta
oscura del bolígrafo,
y estaban ya latentes
la vida y remolinos
del alma de aquel hombre
que aún quería ser niño...
"...Recuerdo aquel regalo
que te hice en un domingo,
un libro, simplemente,
y en él fue mi cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/08/18
Un libro es un bello regalo y si con el van buenas intenciones; mejor aún. Encantador poema.
ResponderEliminarMariarosa.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Ese libro de poemas, tal vez uno de Lorca, o de Neruda, apuntando hacia el futuro de tu hoy y tu aquí, en este blog de versos alocados, de versos preciosos y precisos, de versos cargados de vida y de latidos.
ResponderEliminarQué buen regalo, amigo. Un abrazo
Pues sí, Albada Dos, pudo ser alguno de esos libros que dices.
EliminarUn abrazo en la noche.
Un hermoso regalo tallado en amor.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo.
Hermoso regalo, que llevaba envuelto tu corazón de poeta, Rafael...Y que sigue vivo en el tiempo, tanto el libro, como el cariño y la entrega que pusiste en él.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amigo.
Gracias María Jesús.
EliminarUn abrazo en la noche.