Es alargada la sombra
que proyectan los almendros
y se parece a otra sombra
y es la que deja el invierno,
sombras que van y que vienen,
y que pasan con el tiempo
con otras sombras del alma
de susurros y lamentos,
ya que la vida es un soplo,
un suspiro y ya recuerdo
que nos llega y que se vive
quedando atrás en silencio,
y avanzamos y vivimos
con las sombras y los miedos
entre brumas del pasado
y retales de un destierro...
Es alargada la sombra,
dice el clarín sobre el ruedo,
a las arenas del mismo
y a la ausencia del torero,
y es que la rosa florida
deja espinas en el lecho
con unas gotas de sangre
recogidas del albero,
sombras y coplas benditas
escapadas de los versos,
que nacieron del poeta
de sus labios a los dedos,
y en el papel se quedaron
con la tinta bien impresos,
para llevar a tus ojos
unas lágrimas y besos...
"...Es alargada la sombra
de la luna por el pelo,
que hasta mi cuerpo se agita
con el volcán de tu pecho..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/18
Felicidades 🥂
ResponderEliminarHermosa poesía!
Gracias Karin.
EliminarUn saludo y Felicidades.
Muy bonito tu poema. A las sombras que, del pasado y del presente, el sol guiña un ojo al a vida
ResponderEliminarUn abrazo y feliz entrada de año nuevo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo y Feliz Año 2019.
Feliz año nuevo!!
ResponderEliminarFeliz Año nuevo, Maricel.
EliminarUn abrazo.