Se ve lejano el tiempo en que vendrá, por fin,
la primavera,
y se ve lejano ese momento,
con ilusión mal contenida,
con una esperanza insultante,
ante un previsible cambio
que pudiera deparar el futuro.
Se ven lejanos los días, y se ansía llegar a ellos,
donde se volverá a escuchar el canto de las aves,
mientras los árboles se visten
con sus ropas nuevas
y se llenan de colores.
Se ve difusa una sonrisa que se busca
y se apetece, entre esa niebla del futuro,
y sin embargo se la llama, se la implora,
y se la desea intensamente.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/11/18
Pues se ven lejana la primavera, pero ayer me sorprendió una escena al anochecer. Unas cigüeñas, con el viento, haciendo malabarismos para posarse en las farolas de una estación de servicio de la autopista. En los árboles del lugar, bandadas de estorninos, imagino que eran, haciendo un chibarri de aupa, se posaban, despegaban todos de golpe y volaban en bandada hasta otro árbol. Por el sonido pensé en primavera, por la temperatura casi que no :-)
ResponderEliminarBuen poema. Un abrazo grande
Hay veces que la naturaleza nos sorprende así, con escenas como la que dices, Albada Dos.
EliminarGracias por tus palabras.
Muy intensamente, amigo Rafael... es la sal de la vida.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde y feliz finde.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
A veces las cosas no se ven con claridad y se ven lejanas pero el tiempo corre que pareciera que volará y todo llega ..las estaciones van pasando y con ellas los recuerdos van quedando ..así pues llegarán las sonrisas aunque los labios tiemblen del frío del invierno ..
ResponderEliminarUna feliz noche .
Sí, Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Nada mejor que sentir los pétalos en el corazón para ser feliz, hermoso amigo.
ResponderEliminarAbrazo
Es algo muy especial, María del Rosario.
EliminarUn abrazo.