Hoy vi una rosa que estaba solitaria
en un jardín.
Tembló mi mano buscando con los dedos
aquellos pétalos.
Y los rocé. Sentí la suavidad
de aquella rosa.
Cerré los ojos sintiendo la caricia
que me llegaba.
Era un poema,
un verso abandonado en cualquier parte.
Sin darme cuenta, me vino la sonrisa
hasta los labios.
¡Cuánta ternura dejaba por mi cuerpo
aquel contacto!
Volví a la vida y Abrí los ojos,
el viento del nordeste me hablaba
en su silencio.
Decía borbotones de palabras
que ahogaban mis sentidos,
decía que buscara nuevamente,
que siguiera mi camino,
que te amara…
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/18
Uff! que belleza, que bonito expresas...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz dia.
Gracias por tus palabras, Julieta.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Qué mejor que seguir amando. hasta la rosa solitaria, con su tacto, poniendo orden al orden que precisamos.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Por supuesto que sí, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Es increíble lo que un objeto nos puede aportar a nuestros recuerdos , el tacto , el aroma , su textura ..todo nos lleva a los recuerdos de nuestra vida ..
ResponderEliminarTe deseo una feliz noche .
Gracias por tu comentario Campirela.
EliminarUn abrazo y linda noche.