Entre cuatro paredes
se me pasa la tarde
con la vida a mi lado
y su rostro adorable,
ya no busco princesas
con caritas de ángel,
ni tampoco a las musas
de poemas y frases,
ahora sé lo que quiero
y aquí late, en mi sangre,
pues camina conmigo
una niña admirable,
una rosa preciosa
tras los ojos de madre
con un beso en sus labios
a los míos que calmen
y les digan que pronto
saciarán tanta hambre
por andar los caminos
de la mano, en las tardes...
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 10/07/20
Hermoso.
ResponderEliminarLos años nos hacen amar la verdad de la vida y dejar a un costado los ideales que crea la imaginación.
mariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Precioso querido Rafael!!!
ResponderEliminarLas musas no tienen porque ser ideales comunes para todos...Cada quien tiene los suyos, y la búsqueda de esos sentires inocentes y entrañables es lo mas bonito que podemos tener. Hermosos versos
Es como dices, Eli Méndez.
EliminarUn abrazo.
Ahí vamos por la vida, Rafael. persiguiendo nuestros sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellos versos los tuyos como siempre ...abrazos
ResponderEliminarQue lindo este poema , me has recordado como es minicuento que te calma en una tarde de Otoño. Un abrazo Rafael, feliz noche.
ResponderEliminarY es sosiego. Y esperanza.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Así es Verónica.
EliminarAbrazo.
Una tarde amable, y poética.
ResponderEliminarUn abrazo, y por una bonita tarde
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.