Las flores que compiten con las flores
son perlas de color y fantasía,
son sueños recobrados de la tierra
que lucen sus vestidos por la vida.
Hay lirios que amanecen con el alba
y pétalos de rosas y glicinas,
hay sangre rescatada de la tierra
que surge explendorosa y florecida.
Es cierto que despiertan los pegasos,
que pasan galopando muy deprisa,
que pisan con sus cascos amapolas
y bellas temblorosas margaritas.
Mas siempre quedarán entre las flores
aquellas tan hermosas y tan lindas,
las flores que se llevan a los muertes,
las flores que en el pelo van prendidas.
Entonces, cuando miro por los campos,
no puedo reprimir una sonrisa,
sonrío por las flores y su esencia
sintiendo que me llegan sus caricias.
La eterna interrogante de los hombres
las flores la recogen y la archivan,
la vida, son las flores para ellas,
respuesta en primavera que palpita.
¡Ay, tierno corazón, mantente firme!,
no temas, pues tu vida no termina,
aún tienes por delante mucho tiempo
y es hora de vivir tus fantasías.
Recoge con tus manos unas flores
y llévalas deprisa a la capilla,
quizás allí te esperen unos labios
y el beso tan ansiado que precisas.
El beso del amor y de tu amada,
el beso de la tierra en que tu habitas,
el beso de los cielos a los hombres
que surge con las flores a la vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana 08/06/10
son perlas de color y fantasía,
son sueños recobrados de la tierra
que lucen sus vestidos por la vida.
Hay lirios que amanecen con el alba
y pétalos de rosas y glicinas,
hay sangre rescatada de la tierra
que surge explendorosa y florecida.
Es cierto que despiertan los pegasos,
que pasan galopando muy deprisa,
que pisan con sus cascos amapolas
y bellas temblorosas margaritas.
Mas siempre quedarán entre las flores
aquellas tan hermosas y tan lindas,
las flores que se llevan a los muertes,
las flores que en el pelo van prendidas.
Entonces, cuando miro por los campos,
no puedo reprimir una sonrisa,
sonrío por las flores y su esencia
sintiendo que me llegan sus caricias.
La eterna interrogante de los hombres
las flores la recogen y la archivan,
la vida, son las flores para ellas,
respuesta en primavera que palpita.
¡Ay, tierno corazón, mantente firme!,
no temas, pues tu vida no termina,
aún tienes por delante mucho tiempo
y es hora de vivir tus fantasías.
Recoge con tus manos unas flores
y llévalas deprisa a la capilla,
quizás allí te esperen unos labios
y el beso tan ansiado que precisas.
El beso del amor y de tu amada,
el beso de la tierra en que tu habitas,
el beso de los cielos a los hombres
que surge con las flores a la vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana 08/06/10
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