El árbol tenía una herida
irreversible.
Unos dedos habían grabado en su corteza
un corazón y una frase:
"Te amo".
Tiempo después, la herida había empeorado.
Lo grabado no latía
y la vida se escapaba del árbol.
Era otoño, con un amor de verano,
ya caduco y marchitado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/09/12
Rafa!! buenas noches, que bueno que ya regresaste ...
ResponderEliminarUn amor caducado y marchitado , dificil que un amor caduque si verdaderamente fue un amor siempre estara vivo en los recuerdos
Un fuerte abrazo Rafa
Pobre arbol!!! pero que bonito amor, aunque marchito, caduco y olvidado!
ResponderEliminarSaludos afectuosos
Bien regresado, Rafael.
ResponderEliminarMe alegra encontrar tu "tarjeta": un poema nuevo.
Me gusta mucho este árbol con su herida irreversible, una de esas heridas que va dejando la vida y el amor.
Un fuerte abrazo.
Hola, bienvenido, de nuevo, Rafael.
ResponderEliminarEste poema que nos presentas hoy, diferente a lo que nos tienes acostumbrados, me ha parecido excelente.
Una hermosa metáfora de un amor que el tiempo ancló en el olvido.
Un abrazo
FINA
Rafael,tu poema es muy triste y bello,amigo.
ResponderEliminarMe alegro verte de nuevo por aquí.Espero,que todo vaya bien...Ese árbol tiene mucha vida aún y seguirá guardando en su tronco más fechas y promesas...En una vida hay muchas vidas y la Providencia nos deja todos los días la luz en la ventana para que sigamos creando y recreando la vida...
Mi felicitaicón y mi abrazo inmenso por tu buen hacer y tu cercanía.
FELIZ SEMANA Y MI ÁNIMO SIEMPRE,COMPAÑERO DE LETRAS.
M.Jesús
Pero esa herida cicatrizada le otorgaba, seguro, la riqueza del recuerdo.
ResponderEliminarUn poema melancólicamente bello..
Un beso, Rafael
Buenos días Patricia. Dice un refrán que "lo bueno dura poco", pero eso ya lo sabía cuando salí hace unos días. También puede ser aplicado a estas letras. El amor no hay que dejarlo marchitar, quizás debemos regarlo cada día, ¿no crees?.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Quizás cumplió un ciclo Natalia, pero me duele ver a un árbol herido porque los árboles también "viven y hablan", ¿sabías eso?... (Hay un hermoso poema de Juan Ramón Jiménez sobre este tema)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Gracias María S. También a mi me alegra encontrar tus letras y las de tantos compañeros. En cuanto al árbol con la herida, fue ayer, durante un paseo en la tarde, en el monte, que vi algo que me llamó la atención y quise plasmarlo en estas letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Has regresado fuerte Rafael. Me gustan mucho tus poemas. Un árbol con una herida de un amor ya muerto que se muere poco a poco como el amor de aquella pareja. Besos
ResponderEliminarSí, Fina, es un poema diferente, (si se puede llamar así), porque habitualmente mis poemas salen con rima asonante y medida, aunque otros van en prosa poética. Éste trata de reflejar ese motivo que tantas veces hemos visto grabado en los árboles, y a la vez, en lo que representan el amor y el olvido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias M.Jesús, los árboles pueden tener aún mucha vida si se les cuida, si los regamos, si reciben el cariño diario que merecen, ¿verdad que sí?.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
El recuerdo, para bien o para mal, siempre está ahí Mairló, como tú dices.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, Alicia, es tal y como tú dices. Seguro que has visto muchas veces esos árboles, con esos grabados, que en un momento fueron fruto de una pasión, de un sentimiento, quizás de un beso prolongado y un abrazo. Luego... ¿quién sabe lo que pasó luego?...
ResponderEliminarUn abrazo.
BIENVENIDO! Y con un poema muy hermoso, me recuerda una foto mía donde el protagonista era un árbol tatuado con un "te amo", que a casi todos ofendió por el daño al árbol, pero en el árbol sigue vibrando la vida...ellos son tremendos, es cosa de mirarlos, como los buenos sentimientos del alma, que no se pueden malograr.
ResponderEliminarBellos versos!
Abrazo grande, y una vez más bienvenido.
Los árboles guardan historias en su vientre y almacenan latidos para quienes aman refugiarse bajo sus ramas.Precioso y triste.Un abrazo
ResponderEliminarHay amores que dejan su herida aunque sean solo de verano, huellas que perduran en el tiempo.
ResponderEliminarUna metáfora bien lograda.
Un abrazo Rafael.
Hola, Rafael.
ResponderEliminarHay heridas con son de árboles, crece el tronco, endurece, pero perdura en el corazón.
Abrazos.
¡Hola Rafael! Bienvenido de las siempre cortas vacaciones.
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema. Esos corazones grabados, que algunas veces están heridos de amor, son como dices laceraciones que van matando.
Hace tiempo escribí este poema (que no he subí a mi blog).
No permitas que las navajas sueñen...
que tu sangre contacte con el sol.
No permitas que el viento suspire
en las laceraciones de tu piel.
No son picos de alfiler que te cosquillean,
son salvajes abanderados del amor
los que torturan y mutilan.
Las heridas que te causaron durarán más allá de tu muerte,
pero si el causante de tus alegorías ilustradas,
no las lleva grabadas en su corazón,
el tiempo será testigo de una historia que se va.
Felicitaciones por esta bella entrada.
Un beso grande.
Pobres arbolitos que han de cargar durante toda su existencia con el peso de ese amor. No creo que haya nada más romántico que grabar un corazón en un árbol, aunque el amor se muera, el momento no, ese momento existirá para siempre.
ResponderEliminarbreve pero precioso.
Hermoso poema,pero la esperanza de renacer en primavera con toda su vida, y quizaás... otro amor,estimado amigo un placer leerte, un abrazo.J.R.
ResponderEliminarCordial saludo Rafael !!!
ResponderEliminarSiempre admirando tus poemas...
El amor, amor es... nunca fue.
Besos
Gracias Maritza. Los árboles no tienen la culpa de nuestras efusiones sentimentales y muchas veces son los receptores de esos instantes que luego perduran ó se marchitan, como todo en la vida.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Cierto Erato, los árboles guardan historias y de eso sabe mucho su corazón y sus ramas.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Sí, Osvaldo, estoy seguro de que casi todos sabemos algo de esto que dices, porque todos hemos sido jóvenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí Alicia, por desgracia hay heridas tal y como tú dices en el comentario.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Gracias por tu comentario Teresa. El poema que incluyes es muy bonito y acertado. Merece la pena que lo publiques.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Ese sentimiento es el que de una manera simbólica se quiere reflejar en ese acto Ángela, y ciertamente es algo romántico. Lo malo es que unos árboles que de nada tienen la culpa han de pagar por ello y esa es la nota triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa esperanza, José Ramón, siempre la tenemos y nunca debemos perderla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amor en presente India Rebelde, es cierto, aunque muchas veces, cuando lo miramos ya es pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos corazones que se tallan en lo más profundo del alma, tal vez nunca se borren aunque ya no latan, seguirán marcados.
ResponderEliminarMuy sentidas letras!
Besitos de mariposa, Rafael.
Es posible que así sea Diana, ¡es posible...!
ResponderEliminarBesos en la noche.