No sé por qué razón me despreciaste
e hiciste que temblaran mis pestañas,
tan sólo yo quería protegerte
y a cambio me saltaron unas lágrimas.
Rocé la soledad en tu presencia
y el frío tan amargo de las almas,
pensé que no era justo tal castigo
producto de rencores y venganzas.
Un fuerte escalofrío se produjo
llegando hasta mis piernas muy cansadas,
sentía que me ardía la cabeza
y un fuego devoraba mis entrañas.
Pensé que retornaba hacia el pasado
y el mismo devolvía los fantasmas,
momentos superados en el tiempo,
recuerdos infelices de jornadas.
Y allí quedó mi cuerpo, trasnochado,
y el alma, rota, herida y sin batalla,
estaba soportando una galerna
tratando de llegar hasta la playa.
La playa que separa la cordura
del tierno manicomio que lo avala,
allí donde se internan los poetas
trucando sus locuras por palabras.
Con versos dedicados a la vida,
con letras misteriosas y encantadas,
con signos que no saben de peleas
y buscan el cariño que les falta.
Anoche me dejaste con mi llanto,
de niño silencioso, a quien le cambian,
la dulce melodía de la vida
por otra de mentiras y añagazas.
Quería simplemente estar contigo
y a cambio no quería pedir nada,
tan solo consolarte en esa noche
y hablarte y escucharte sin tardanza.
"...No sé por qué razón me despreciaste
e incluso me mintieron tus palabras,
yo sólo deseaba protegerte
y a cambio me cerraste tu ventana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/09/12
Hola, me gusto mucho tu poema, felicidade sya tiene un nuevo seguidor.
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Gracias por tu visita Google.
ResponderEliminarUn saludo.
Tu poema es bello, aunque su contenido habla de un tema tan triste. No importa, la felicidad no está al lado de quien es capaz de mentir, desprecias y herir en esa dimensión. Son la´grimas que harán un río hacia otro mar. Precioso....
ResponderEliminarPorque insistimos en aquellas personas que nos nos quieren..? buen finde!!!
ResponderEliminarSí, Patricia, a veces hay que mirar hacia otro lado y tomar esa dirección porque si no lo haces serás arrollado por la vida.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Quizás Andrea, porque nosotros sí las queremos, las apreciamos y, a pesar de todo, deseamos lo mejor para elllas.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Tampoco entiendo como pueden haberte rechazado, si personas como tú, con tanta sensibilidad en el alma están casi en extinción.
ResponderEliminarRealmente, ella no sabe lo que de perdió.
Besos de mariposa, Rafael.
La ingratitud va muy unida al desamor.Y los que seguimos amando no entendemos que todo termine con un adiós,pero así es.
ResponderEliminarRítmico y sentido poema Rafael.
Saludos.
¿Cuántas veces pasa Diana, que vas con la mano tendida, la mirada sincera y te rechazan sin un motivo?... Y vas porque sabes y te han dicho que precisa ayuda esa persona, porque alguien muy cercano te lo asegura, (salvo que esté mintiendo)... Pero así es la vida y no vale darle vueltas.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Cierto Jerónimo, lo malo es que a veces no hay ni un adiós, ni una despedida, simplemente indiferencia y eso duele cuando se es sincero.
ResponderEliminarFeliz domingo.
A veces se malinterpreta y otras simplemente nos dan un portazo pillándonos el corazón si miramientos.
ResponderEliminarY lo peor es lo que perdura...
Cuánta desolación en este poema, y no es para menos, es un hondo pesar.
Besos Rafael, que tengas un buen día
La razon solo la sabra ella. Pero es dura esa indiferencia, ese desprecio cuando una persona lo da todo. Besos
ResponderEliminarMusical y sentido poema Rafael, tanto que parece sasgado de tu misma carne. Enhorabuen por este nuevo trabajo
ResponderEliminarEs tal y como dices Verónica, parece que hubieras sido testigo de la situación.
ResponderEliminarBesos y que tengas una linda tarde.
Lo malo Alicia es que no estamos hablando de la razón, ante una mano tendida sin condiciones, ¿por qué esa indiferencia y ese desprecio?. Quizás la equivocación estuvo en acudir a ofrecer la ayuda, pero quien lo hizo, te aseguro que lo hizo a petición de terceros y de todo corazón.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Gracias por tu comentario Miguel.
ResponderEliminarUn saludo.
No dudo que haya ofrecido esa mano de todo corazón. Creo que nunca es una equivocación ofrecer ayuda, luego si te la desprecian es que no te valoran.
ResponderEliminarCuando unos ojos nos miran, y no nos dejan profundizar en ellos, hay que tener cuidado, porque el dolor está rondando y es fácil imaginar a quién alcanzará. La actitud de esa persona, no fue noble, con lo cuál no merece ni lágrimas ni insomnios. Lo único que se le puede agradecer es el bello poema que has escrito.
ResponderEliminarUn beso Rafael.
Quizás no fue desprecio, fue olvido, necesidad de él.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo, Rafael
No, nadie debe arrepentirse por ofrecer su mano con todo el corazón, Alicia, si acaso se siente el vacío por el desprecio y la falta de atención, aunque tampoco se debe parar uno en ello. Las situaciones están para superarlas, no para eternizarlas y hacer con ellas un nudo gordiano en el alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Teresa por tu comentario. Creo que nada debo añadir a lo que tu has expresado. Hacerlo sería caer en un absurdo y no es eso lo que pretendo.
ResponderEliminarUn beso para ti.
No, Alicia María, en este caso no fue olvido, pero ya no importa. Mejor dejar el pasado en su sitio y tratar de recoger aquello positivo y alegre que del mismo se pueda rescatar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando se devuelve desprecio e indiferencia en lugar de agradecimiento,no merece la pena seguir machacando nuestro corazón,esa persona no merece ni un segundo de nuestro dolor.
ResponderEliminarBesos de luz,Rafael.
Es cierto lo que dices Morgana, y así lo veo yo también. Gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarBesos en la noche.
Rafael,tu poema nos muestra esa contradición,que a veces sufrimos todos,queremos y no queremos...y la mente y el corazón no se ponen de acuerdo...Y después nos arrepentimos de habernos negado a ese momento,que era una oportunidad...
ResponderEliminarGracias por compartir y un abrazo en la noche,como tú dices,amigo.
M.Jesús
Es posible que esa persona tuviera esa contradición que indicas María Jesús, no trato de juzgarla. El protagonista del poema trata una situación y el dolor que recibió. Para nada es un reproche, quizás la incomprensión a una pregunta que se hace y a una respuesta que no tiene a su alcance.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Hay porqués que no tienen respuesta y comportamientos que no tienen explicación. Pero no debemos permitir que nos dañen, el error es de quien desprecia, nunca del que acude con buena intención.
ResponderEliminarY vaya si duele, al menos en ese momento. Después, la vida enseña que algunos no merecen ni un segundo de nuestro pensamiento, cuanto más de nuestro dolor.
Sentido poema el de hoy.
Un abrazo grande, Rafael.
Cierto Mafalda y buscar la misma es como buscar tres pies al gato. Debemos seguir adelante y conservar aquello que merece la pena, lo demás está entregado, y no fue fruto de un día ni de un arrebato, si se hizo con el corazón y la amistad.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Asi es,que gran dolor y sufrimiento cuando nos toca vivirlo,saludos un fuerte abrazo
ResponderEliminarPero tiene su compensación, ¿verdad?
EliminarUn abrazo Da Mari y gracias por tu visita y comentario.
Si ke gran dolor,saludos un fuerte abrazo
ResponderEliminarUn abrazo Da Mari.
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