Monte blanco, manto blanco,
que amaneces con la nieve,
quiero un beso de tus cumbres
para alivio de mi frente.
Quiero el monte blanco y puro
que te cubre y enaltece,
y le quiero de tus labios
con un beso simplemente.
Es la hora en que las sombras
dejan paso a los claveles,
que se estiran luminosos
con el alba que amanece.
Y el momento de las almas
que despiertan de repente,
entre nubes de ternura
y sopores de las fiebres.
Allá arriba, en las montañas,
las estrellas ya se duermen,
y se ocultan tras las cumbres
que las guardan y protegen.
Yo contemplo todo esto
y me quedo muy ausente,
con el monte y manto blanco
tan coqueto y tan perenne.
Monte blanco y manto nuestro
que los Alpes te respeten,
y conserves tu blancura
de esa nieve para siempre.
Porque espero el dulce beso
desde enero hasta diciembre,
ese beso de tus labios
a mi frente y a mis sienes.
Rafael Sánchez Ortega ©
Zernez, 14/09/12
Hermoso canto al monte que abraza y cubre la nieve.
ResponderEliminarSe palpa tu admiración por toda la naturaleza, Rafael.
Un abrazo muy fuerte.
Si, ohma, así es y el recuerdo tan cercano de estos días pasados en los Alpes aún tiene ese recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo para ti en esta noche.
las cumbre nevadas siempre dejan un recuerdo imborrable y los has desarrolla en forma maravillosa
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Lapislazuli, pero el recuerdo está aún muy fresco, aunque el poema fue escrito en Zernez, lugar donde nos quedábamos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Tiene que ser especial el momento de escribir un poema mirando tanta belleza. No me extraña que salga igualmente hermoso.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, Teresa, te puedo asegurar que es algo maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Me gusta ese monte blanco y puro...que se convierte en amor y vocación en tu poema.La naturaleza nos inspira siempre y nos va dando la pauta con su belleza,su profundidad y su paz para seguir adelante ensayando vuelos del espíritu...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo,poeta y compañero.
M.Jesús
La naturaleza siempre ayuda e inspira para que surgan nuevas ideas y otras más perezosas cobren vida, M.Jesús.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un abrazo.