Aquella tarde había caminado
por los jardines y con hierba fresca,
atrás quedaban días y sudores
mezclados con las huellas y en la tierra.
Mezcladas y cubiertas de rocío
quedaron margaritas y violetas,
después del sueño eterno de la noche
ajenas a los besos y a la fresca.
Y quedaron también las fantasías,
las ilusiones con las notas muertas,
el sonido arrancado a los violines
y la voz recitando aquel poema.
Dejando atrás un mundo sin sentido,
la sin razón oculta tras las puertas,
yo me lancé camino hacia adelante
en busca de la noche y las estrellas.
Y me encontraba al borde de la playa
donde hasta allí llegaban las mareas,
con esas olas dulces, cantarinas,
que animan a las almas y las besan.
Cerré los ojos y pensé en amarte,
¡querido corazón de mi sirena!,
pensé en leyendas tiernas de mis cuentos
escritos para ti sin que supieras.
Pensé en besos enviados a las nubes,
suspiros exclamados a la fuerza,
abrazos a tu imagen mendigando
el cariño y amor que yo quisiera.
Quedó atrás el sendero quebradizo,
la cárcel de cristal de mi conciencia,
y el mundo de nostalgias y recuerdos
donde viven las hadas y princesas.
Me quedo entre las sombras de la noche
velando entre las mismas tanta pena,
con luz parpadeante de una antorcha
que vive consumiendo la tristeza.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/10/12
por los jardines y con hierba fresca,
atrás quedaban días y sudores
mezclados con las huellas y en la tierra.
Mezcladas y cubiertas de rocío
quedaron margaritas y violetas,
después del sueño eterno de la noche
ajenas a los besos y a la fresca.
Y quedaron también las fantasías,
las ilusiones con las notas muertas,
el sonido arrancado a los violines
y la voz recitando aquel poema.
Dejando atrás un mundo sin sentido,
la sin razón oculta tras las puertas,
yo me lancé camino hacia adelante
en busca de la noche y las estrellas.
Y me encontraba al borde de la playa
donde hasta allí llegaban las mareas,
con esas olas dulces, cantarinas,
que animan a las almas y las besan.
Cerré los ojos y pensé en amarte,
¡querido corazón de mi sirena!,
pensé en leyendas tiernas de mis cuentos
escritos para ti sin que supieras.
Pensé en besos enviados a las nubes,
suspiros exclamados a la fuerza,
abrazos a tu imagen mendigando
el cariño y amor que yo quisiera.
Quedó atrás el sendero quebradizo,
la cárcel de cristal de mi conciencia,
y el mundo de nostalgias y recuerdos
donde viven las hadas y princesas.
Me quedo entre las sombras de la noche
velando entre las mismas tanta pena,
con luz parpadeante de una antorcha
que vive consumiendo la tristeza.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/10/12
inundado de melancolía los versos Rafael
ResponderEliminarserá que la distancia y la ausencia tejen pasajes siempre evocativos en todo poeta
abrazos
Es posible Elisa, ¡es posible...!
ResponderEliminarUn abrazo en la noche querida amiga.
No quedes entre las sombras, te necesito todo luz, Rafael.
ResponderEliminarGracias Alicia, pero supongo que todos necesitamos de todos, ¿no crees?.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Las sombras y la melancolía siempre inspiran bellos versos.
ResponderEliminarBesos de luz,Rafael
Me ha encantado este paseo que acabó frente al mar donde vive tu sirena.
ResponderEliminarBesos.
Cierto Morgana, así es.
ResponderEliminarBesos de luz también para ti.
Sonrío Ohma, cuando leo lo del paseo frente al mar "donde vive mi sirena". Gracias por tan buenos deseos, pero no hay sirena, ni hada, ni princesa. Hace tiempo que quedaron atrás, en el camino esas figuras reales, (que eran personas), y las cuales merecen mi respeto.
ResponderEliminarDesde entonces trato de escribir y renacer, sin metas ni objetivos, ahogando los sueños, que son muchos, y viviendo el presente y la realidad del día a día. Quizás por eso de mi poesía.
Un abrazo y feliz día desde ese cantábrico que tan bien conoces.
Que belleza tan increible relatan tus versos.
ResponderEliminarMe ha encantado amigo
Besos
Gracias Anna, besos para ti en este día.
ResponderEliminarAl leerte y percibir esas imágenes, dan ganas de perderse entre tus letras.
ResponderEliminarHermoso y profundo, como siempre!
Besos de mariposa, Rafael.
Pues si así lo ves y quieres perderte puedes hacerlo Diana. Cierra los ojos y sueña simplemente.
ResponderEliminarBesos en la tarde.
El desamor y las ausencias duelen,pero como se recrean en la buena lírica.
ResponderEliminarSaludos Rafael.
Los sueños nos transportan a lugares maravillosos...
ResponderEliminarUn bello poema
besos
Cierto América, siempre han sido estos temas muy recurrentes en la escritura de todos los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita.
Los sueños Pepi son el mejor vehículo para llevarnos allí donde ni siquiera podamos imaginar.
ResponderEliminarBesos en la noche.